Las lluvias en Esmeraldas se han presentado en los últimos días. Foto: EL COMERCIO
En la provincia de Esmeraldas las lluvias han sido frecuentes es los últimos cincos días. Y aunque no ha hay un reporte del número de afectados por los intensos aguaceros, existe preocupación en los habitantes de cantones como Atacames, Eloy Alfaro, Quinindé y Esmeraldas, por las inundaciones que puedan provocar el desbordamiento de los ríos.
Por ejemplo, en Atacames las clases fueron suspendidas este lunes 4 de enero de 2016, por una fuerte lluvia, una de las más fuertes y más que la del 2 de enero. Las calles de ingreso al balneario de Atacames estaban llenas de aguas y dificultaban el paso de vehículos en horas de la tarde de ayer.
El agua ingresó a las casas de los sitios de invasiones y las calles del centro se anegaron. Una maquinaria del Municipio abrió canales para desalojar el agua represada la mañana de este martes 5 de enero, así como limpió la basura acumulada en el río Atacames.
En Esmeraldas las lluvias afectaron una casa en la que habitaban cinco personas que continúan alojadas en la Escuela de Bomberos del valle de San Rafael, en el sur de la ciudad. El Ministerio de Inclusión Económica y Social entregó colchones y raciones alimenticias. Los afectados perdieron los colchones y camas tras el desplome de dos paredes por el lodo y el agua que ingresó a la vivienda.
Mientras que en el centro de la provincial, en Quinindé, este lunes 4 y martes 5 de enero, sigue lloviendo. El agua afectó a las vías principales de la Nueva Jerusalén. Una parte del asfalto se levantó por la fuerza del agua.
La autoridades de la Secretaría de Gestión Riesgo (SGR) han pedido a los conductores de vehículos tener cuidado por la vías que conectan a Quinindé con Esmeraldas, por estar mojada.
En donde existe mayor preocupación es en más de 100 pueblos del cantón Eloy Alfaro, norte de la provincia de Esmeraldas. Ahí las lluvias del sábado y domingo desbordaron el río Cayapas. El lunes 4 de enero el agua empezó a bajar.
Las poblaciones Chachi y negra que habitan en el sector cuentan con su propio plan de contingencia en caso de que el río suba más de lo habitual. Ellos tienen canoas a canaletes y con motores fuera de borda para evacuar.
Carlos Quiñónez, de la unidad Gestión de Riesgos del Municipio de Eloy Alfaro, dijo que están haciendo una evaluación, puesto que estas poblaciones son vulnerables por estar al filo del río.