Desde el fin de semana, una fuerte tempestad cae en el cantón Quinindé. 17 barrios resultaron afectados por deslizamientos e inundaciones. Al menos 20 familias fueron evacuadas de sus viviendas.
Fabiola Clavijo fue una de las perjudicadas. Ayer contó que el agua ingresó a su casa, en el barrio 16 de Junio. “Muebles, ropa y electrodomésticos se arruinaron completamente”.
Comentó que tras hacer llamadas telefónicas a los organismos de socorro abandonó su vivienda, junto con sus tres hijos.
La casa de Rosa Cárdenas, en el barrio Nuevos Horizontes Alto, está a punto de caer. Las lluvias han humedecido los puntales. Ella teme por la vida de su familia y pide ayuda, porque no tiene dónde vivir.
La Sala Situacional de Quinindé registraba hasta ayer más daños en otros sectores. Dolores Villegas, responsable de esta oficina, dijo que en el barrio Los Higuerones, un poste de luz cayó sobre dos viviendas, derribándolas. Otras cinco casas quedaron afectadas.
También se inundaron los barrios Loma 2, Patria Nueva, 8 de Junio, 3 de Marzo, 5 de Agosto, 3 de Diciembre, Jimmy Anchico, Bellavista, César Proaño, Maruja Reascos, Nuevos Horizontes Alto y todo el sector denominado Nuevo Quinindé.
Lorena Rosado, habitante de Quinindé, manifestó que estos barrios carecen del sistema de alcantarillado. “Las aguas se estancan por falta de drenaje”.
Las familias damnificadas permanecen en casas de familiares. No han sido albergadas por falta de sitios adecuados para su permanencia.
El invierno también ha dejado incomunicadas a decenas de recintos campesinos de Quinindé. Seis derrumbes se produjeron en los últimos tres días.
La responsable de la Sala Situacional en Quinindé señala que la realidad es crítica. “Debemos atender ocho frentes de trabajo y solo hay una pala mecánica, que es del Municipio”.