La lluvia agrava los baches en la Calacalí

El tramo que va desde Calacalí hasta Nanegalito es el que luce más deteriorado por los agujeros, algunos grandes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

El tramo que va desde Calacalí hasta Nanegalito es el que luce más deteriorado por los agujeros, algunos grandes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

El tramo que va desde Calacalí hasta Nanegalito es el que luce más deteriorado por los agujeros, algunos grandes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Más de 30 agujeros, entre medianos y grandes, aparecen desde la parroquia de Calacalí hasta el sector de Nanegalito, a lo largo de toda la vía del noroccidente de Pichincha.

Otros fueron recientemente parchados. 
La vía Calacalí-Los Bancos-La Independencia esuna de las principales arterias que une la Sierra con la Costa norte. 
Según los usuarios frecuentes de la vía, los orificios se agrandan debido a las últimas lluvias. Hasta la semana anterior, por ejemplo, a la altura de los kilómetros 35 y 57 hubo un derrumbe sobre uno de los dos carriles y un hundimiento en plena curva, respectivamente.


Antes de llegar al desvío a Mindo hay orificios seguidos. Esta zona es, a criterio de Daniel Verduga, la más peligrosa por los huecos en la vía. 
Verduga ofrece el servicio de transporte a los turistas, desde la Y de la parroquia de Mindo hasta el interior de esta localidad. Afirma que los accidentes son frecuentes por esta misma razón y asegura que el mantenimiento no es constante. 
“Ya no está en tan buenas condiciones, tiene bastantes baches y hay muchos autos que se caen y sufren daños”.

En eso coincide Erick Tirado, conductor de una camioneta que transporta carga mediana, en el centro de San Miguel de los Bancos. “Con el terremoto se dañó aún más la carretera en el sector de Nanegalito”.
Según el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), esta entidad ejecuta un mantenimiento “rutinario” diario de este eje vial, a través de microempresas.

Y las obras de bacheo se hacen cada seis meses, con la intervención de maquinaria y personal de la Dirección Distrital 
de Pichincha. 
En lo que va de este año, los últimos trabajos se iniciaron en dos tramos y aún no concluyen. La primera intervención, desde el km 27 hasta el 55, empezó en febrero pasado y se espera finalizar en agosto de este año. Mientras que las obras desde el km 20 hasta el 27 concluirán en abril próximo.

En estos trabajos se invierten USD 249 415,31.
 Pero el sábado pasado no se observó personal ni maquinaria trabajando en la vía, incluida la limpieza y reparación de la señalética. Solo en el retén de la Policía Nacional de Nanegal estaban parqueados dos vehículos del MTOP que se utilizan para despejar la vía cuando ocurren derrumbes. Así lo afirma el policía Nelson Tibán, encargado de esa zona. 


“Cuando ocurre un deslizamiento nosotros canalizamos la ayuda al Ministerio (de Obras Públicas) y ellos inmediatamente mandan a sus operadores, no tienen un campamento fijo aquí”, dice el policía. En el mismo sitio igualmente opera una unidad del Cuerpo de Bomberos que asiste a los usuarios ante posibles accidentes de tránsito.


Alberto Ramos es propietario de un local de venta de quesos en Los Bancos y utiliza todos los días la carretera para el transporte de leche. Asegura que los accidentes son constantes por los agujeros y otros obstáculos. “Por los baches siempre hubo problema. Hay unos grandes cerca de Nanegalito. La lluvia se acumula y cuando pasan los carros se hacen más grandes”. 


Para el Ministerio de Obras Públicas, no solo el tramo Calacalí-Nanegalito es el más propenso a los deslizamientos por lluvias. Toda la carretera es vulnerable, hasta La Independencia, según esta entidad. Pero después de pasar la zona poblada de Los Bancos los baches son mínimos. En esa localidad los viajeros tienen un respiro momentáneo.


Al pasar ese sector no se observan desfogues de agua por los costados, como sí ocurre en la parte alta. Allí las lluvias provocan deslizamientos que caen sobre la calzada. 
Desde Los Bancos hacia Quito (o viceversa), el viaje en vehículo liviano puede durar cerca de una hora. Pero cuando existen agujeros en la calzada o derrumbes que obstaculizan unos de los dos carriles, el recorrido puede demorar unos 30 minutos más.
Eso le sucede a Luis Ramón Llumiquinga, conductor de un taxi quien hace viajes regulares desde Los Bancos hacia la capital.

“Hay compañeros que se han caído en esos baches y se les ha reventado las llantas y hasta doblado los aros. La suspensión también se daña”. 
La protección de taludes también se incluye en las obras de mantenimiento que se han reforzado en el último mes por el temporal, por parte del MTOP.

Estas condiciones, más la humedad de la zona, serían las causas del deterioro constante de la vía por donde circulan cerca de 15 000 automotores a diario.
Obras Públicas afirma que están en marcha los estudios para un trabajo integral en la vía, que incluye la ampliación de los dos carriles. Hasta el momento, tienen un primer presupuesto estimado de cerca de USD 450 millones.

En contexto


La carpeta asfáltica de esta vía (E28) está compuesta por material granular, asfalto y aditivos distribuidos en varias capas, según el MTOP. Su desgaste ocurre, según esta Cartera de Estado, debido a las vertientes de agua que abundan en la parte alta.

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