El registro manual de usuarios en los puestos de las bicicletas públicas en Quito genera molestias en los usuarios. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
En las avenidas Amazonas y Patria, los usuarios de bicicleta pública reclamaron por la demora al retirar o dejar los pequeños vehículos. Liliana Suárez se quejó el pasado jueves 5 de febrero, porque los encargados de las paradas utilizan bolígrafos y papel y no los lectores de tarjetas magnéticas entregadas a cada usuario.
Desde el 1 de febrero, el servicio de bicicletas públicas pasó a manos de la Corporación de Capacitación para la Productividad (CCP), una empresa privada sin fines de lucro, según su representante Mauricio Garcés. El contrato fue por USD 880 230 y durará un año.
Los usuarios reclaman porque no pueden usar las tarjetas para retirar o dejar las bicicletas. David Tufiño, estudiante, dice que el servicio empeoró desde inicios de este mes.
Garcés dijo que el registro de usuarios, en la actualidad, se hace de forma manual porque la anterior empresa no entregó el software que permite automatizar todas las operaciones mediante las tarjetas magnéticas que poseen los usuarios.
Mónica Arízaga pidió una solución a este problema. Además, manifestó su malestar porque no hay suficientes bicicletas en horas pico.
El representante de la Corporación de Capacitación para la Productividad comentó que los problemas serán solucionados la próxima semana. Manifestó que el miércoles ya tendrán el software de la anterior empresa y podrán digitalizar su trabajo.
El miércoles 4 de febrero varios usuarios se dirigieron a las oficinas de la Corporación para registrarse y obtener una tarjeta, pero esto no fue posible. En la puerta de ingreso estuvo un comunicado que decía que están recibiendo la documentación de las personas que quieren utilizar las bicicletas, pero que aún no se entregan los carné.
En total hay 750 bicicletas públicas. De ellas, 600 están operativas actualmente y 150 están en reparación o en mantenimiento.
El alto índice de daños en los vehículos, dijo Garcés, se da por un mal uso. “Yo he visto hasta 4 personas en una bicicleta pública, también he visto que las llevan a la pista de bicicrós en La Carolina”.
Por eso, se realizarán mayores controles para detectar a quien haga mal uso de los vehículos, se los sancionará y se les quitará el servicio.