En el limbo

¿A dónde irán los 800.000 bienes culturales de los Museos del Banco Central del Ecuador? ¿Cómo  será su traslado? Y, finalmente, ¿cómo empata la nueva Ley de Cultura con el manejo, puesta en valor, investigación y difusión?  Son muchas preguntas las que nos hacemos quienes por años hemos estado involucrados con el patrimonio del país, el del Banco Central el más numeroso y rico de todos.  Entiendo que se crea una Subsecretaría de Transición (Ministerio de Cultura) que velará por dicho proceso; que tanto los bienes como sus contenedores serán los mismos, es decir que todo pasa tal cual al Ministerio en cuestión, bajo una administración reestructurada.  Que las personas encargadas ponen la casa en orden para  realizar dicha transición en términos legales, logísticos y administrativos; que dicha transición podría tomar alrededor de un año y medio.  Se supone que se deberá dotar de un nuevo sistema presupuestario que permita velar por la integridad de los bienes, mejorar las reservas, crear partidas para investigar sobre los mismos, planificar integralmente el uso de espacios y piezas, programar una difusión organizada acorde a los nuevos medios museológicos y museográficos, entre  otras consideraciones.  El Ministerio de Cultura alcanzaría un poder nunca antes experimentado y  se requerirá de un ministro con una visión extraordinaria sobre manejo patrimonial, amén de grandes dotes administrativas. Deberán conformarse cuadros de expertos solventes en diversas áreas, cosa que en los últimos 20 años ha dejado mucho que desear habida cuenta de que las administraciones anteriores han dejado languidecer las áreas culturales del Banco.  Perfecto.  Este gobierno lo hace pero, ¿lo hará con solvencia, seriedad, persistencia y continuidad?  Nadie en el país tiene la experiencia de un traspaso de esta magnitud y por lo tanto el proceso será un ensayo de pronóstico reservado. Nada de esto se puede dar sin haberse aprobado la Ley Orgánica de Cultura que se halla en segundo debate. Esta Ley es el marco fundamental del proceso.  Me preocupa un paso más, no existe aún una visión estratégica sobre el manejo; se han bosquejado algunos aspectos contables, logísticos y de seguridad.  Aún no se han tratado temas de fondo y estamos a puertas de que sea  realidad, supongo que tras la aprobación de la mencionada Ley, y, supongo también, tras la confirmación o cambio del Ministro de Cultura.  Debido a la delicada situación en la que se encontraría esta cartera esperemos que se construya un aparato estable, de calidad y ética comprobadas, caso contrario podríamos perder el mayor acervo patrimonial del país.    

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