Alejandro Ribadeneira. Quito
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Emelec fue ayer el muchacho desubicado que se arremanga la camisa, escupe al suelo y reta al grandote del barrio en su esquina.
90 minutos después de la pelea con Liga, el equipo que comanda Jorge Sampaoli se retiró de la Casa Blanca con el ojo morado, sangrando por un diente menos y pidiendo un doctor después de recibir cinco estupendos golpes.
CURIOSIDADES
El grupo que impulsa la campaña nacional contra el machismo llevó ayer a la Casa Blanca pancartas y repartió información a la hinchada. También invitó al público al concierto Canta contra el machismo, el 20 de marzo.
El volante de contención de Liga, Enrique vera (abajo, mordiendo la camiseta), se fue expulsado por recibir dos tarjetas amarillas en faltas innecesarias. La segunda fue a los 39 minutos, cuando Liga dominaba el cotejo. El DT Bauza ordenó que Edison Méndez defendiera más. Sampaoli cometió suicidio. A pesar del trajín de su equipo por sus carreras en la Libertadores, subió a Quito para jugar de igual a igual con el plantel mejor armado del país. Bajo el solazo de las 11:30, los azules comenzaron el cotejo confundiendo la Casa Blanca con Imola y atacando hasta con siete hombres. Eran los campeones mundiales del optimismo, y eso tiene su mérito, aunque se lanzaran a la derrota.
Quizás había razones para esperar que Emelec diera una buena pelea. Su cotejo en Porto Alegre por la Copa no estuvo mal. Ayer puso en la cancha casi a los mismos hombres que brillaron en Brasil. Entre ellos estuvo David Quiroz, hasta ayer uno de los goleadores de la Serie A, y Joao Rojas, un ariete cumplidor.
Eso, sumado al buen trato colectivo de la pelota que el equipo de Sampaoli ha exhibido estas semanas, infundía valentía para buscar el resultado. De hecho, los primeros minutos fueron de un intenso ida y vuelta, con Emelec proponiendo y Liga respondiendo, gracias a los espacios que dejaban los ultraofensivos eléctricos.
Sampaoli dirigió ayer desde las gradas porque estaba suspendido. Su asistente Sebastián Beccacece recibió órdenes por radio.
Pero Liga pegó primero, con un gol de Enrique Vera a los 12 minutos. Fue un jab al mentón de Emelec que, pese al aviso albo, mantuvo su esquema, su idea de que preso por mil es igual a preso por mil quinientos.
Dicen que quien pega primero pega dos veces. Liga asestó gancho al hígado, esta vez gracias a un estupendo remate de zurda de Édison Méndez. La pelota recorrió 25 metros para derrotar a Marcelo Elizaga, el arquero-víctima de ayer.
Emelec volvió a la carga, pero todo se vino abajo con la expulsión del volante argentino Pablo Pérez, quien vio la roja antes de la media hora de juego.
Por fin, Sampaoli reaccionó y ordenó un repliegue general. Se dio cuenta de que los muchachos del DT Edgardo Bauza eran mucho lote. Exhibían mejor estado físico. Peleaban la pelota con furia, desde el juvenil Marlon Ganchozo (que ayer lució rapado, pues lo bautizaron) hasta Ulises de la Cruz, ese viejito al que tres adolescentes no lo pueden vencer.
Los últimos 15 minutos del primer tiempo fueron de peloteo, y el cotejo cayó en un bache. La única emoción fue la roja que recibió Enrique Vera, expulsado por una falta innecesaria.
El techo de Liga no se ha visto aún, porque yo siempre quiero más.
Edgardo Bauza
Director Técnico de LigaPara la segunda parte, Sampaoli recobró el optimismo y su equipo volvió a salir al ataque, quizás emocionado por la ausencia de Vera. Pero cada golpe que daba Emelec era al viento. En cambio, cada golpe de Liga era contundente. Los disparos de Quiroz se iban lejos. Los desbordes de Rojas se diluían como el azúcar en la leche. No había ataque por la banda izquierda. No había nada.
En cambio, Liga lo tenía todo, desde un goleador nato como Hernán B arcos, hasta un defensa como Norberto Araujo. Barcos anotó a los 56 minutos y prácticamente sentenció el cotejo.
Para colmo, Liga tenía a Bauza, un perfeccionista eterno. Hacer ingresar a Jaime Chila y luego a Juan Miguel Salgueiro, cargados de desbordes y potencia, terminar por desbaratar a Emelec y asegurar un triunfo merecido.
Dos goles de Salgueiro con dos minutos de diferencia (fue como dar un puñete al estómago y rematar con un swing) cerraron el 5-0 que dejaron noqueado a Emelec. No quedaba más que contar 1… 2… 3…
Con este triunfo, Liga mejoró su gol diferencia y se ubicó en el primer lugar de la tabla, por primera vez en el torneo.
La figura
Hernán Barcos está al día con su cuota
El artillero argentino volvió a marcar y registra un gol por partido. Pero su labor fue más allá, pues marcó desde la salida y se juntó con la zona media para general peligro, en especial en la segunda parte.
La contrafigura
Pablo Pérez es el rey de las expulsiones
El volante argentino vio ayer su segunda tarjeta roja en cuatro cotejos. Fue por una agresión innecesaria a Édison Méndez. La salida de Pérez desarmó el mediocampo de los eléctricos.