Unas 350 personas respondieron a la invitación hecha por el presidente Lenín Moreno; pidió apoyo para la consulta. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El presidente Lenín Moreno lanzó un reto a sus detractores de su propio movimiento Alianza País (AP).
“El que quiere irse, que se vaya. Pero nosotros permaneceremos incólumes”, dijo el viernes 27 de octubre del 2017 frente a unas 350 personas que se congregaron en un hotel del norte de Quito.
El Jefe de Estado lideró el encuentro de Líderes Nacionales de AP. Duró más de una hora. Ahí ratificó la necesidad de hacer una consulta popular para eliminar la reelección indefinida y para reinstitucionalizar el Estado ecuatoriano.
Moreno prometió poner a gente proba en un Consejo de Participación Ciudadana transitorio, en caso de que la pregunta sea aprobada por la Corte Constitucional y la ciudadanía la acepte.
En su discurso, él se desmarcó del gobierno del expresidente Rafael Correa y criticó nuevamente el manejo económico, político y judicial de la última década. “Es muy probable que por lo menos en el 60 o 70% de instituciones donde pongamos el dedo brote pus. Yo creo que no alcanzaría un gobierno para juzgar todos los actos de corrupción”.
Entre ellas señaló obras con problemas como la ciudad del conocimiento Yachay, Bajo Alto, las refinerías del Pacífico y de Esmeraldas y el poliducto Pascuales-Cuenca.
Rosana Alvarado, ministra de Justicia; Miguel Carvajal, secretario de la Política; Alejandra Vicuña, vicepresidenta encargada, y Gustavo Baroja, prefecto de Pichincha y presidente provincial de AP, aplaudieron la intervención del Mandatario.
Hubo también un momento en que el Presidente se sinceró con sus militantes, al referirse a una de sus ofertas de campaña. La construcción de casas para las personas más vulnerables del país.
Comentó que tal vez no se cumpla con los objetivos trazados en los plazos inicialmente concebidos, pero que se harán todos los esfuerzos necesarios para hacerlo. Esto por la difícil situación económica que heredó del anterior Gobierno que, según el Presidente, no se la comunicaron cuando se le propuso ser candidato.
Durante la campaña electoral, el ofrecimiento de la lista oficialista fue levantar 325 000 casas en cuatro años.
Moreno también habló de la reelección indefinida. Dijo que se dieron por “presión a la Corte Constitucional y presión exagerada a los compañeros que se encontraban en el Parlamento”. Los cambios -continuó- a los artículos de la Constitución servirán para impedir que un gobernante se perennice en el poder.
Así, Moreno confrontó los señalamientos que en los últimos días han hecho otros dirigentes de Alianza País, críticos al Gobierno, como Carlos Viteri, asambleísta, y Marcela Aguiñaga, presidenta de AP en Guayas y también legisladora.
El viernes hicieron un acto paralelo, pero en Guayaquil. Ahí se arengó en contra del Gobierno y a favor de la Revolución.
Ricardo Patiño, exconsejero presidencial, junto con la secretaria ejecutiva de AP, Gabriela Rivadeneira, en cambio, estuvieron en El Oro conversando con los líderes locales.
En medio de estas críticas, un video de la reunión en Quito de Gustavo Baroja agitó las redes sociales.
Él estuvo el 27 de octubre en el encuentro con los Líderes Nacionales. Recordó que Moreno era la única alternativa de AP para ganar las elecciones,ya que no lo iban a lograr con Jorge Glas. Además, habló sobre una estrategia para neutralizar el voto socialcristiano.
“Porque si (Jaime) Nebot salía a las plazas públicas; créanme que no teníamos Gobierno de Lenín Moreno ni de la Revolución Ciudadana, esos votos se habrían ido con (Guillermo) Lasso”, comentó.
En el evento en Quito, mientras el Presidente hablaba, se distribuyeron tiquetes entre el público. Minutos más tarde, en el mismo hotel, se canjearon por almuerzos.
Fueron necesarias tres salas de la planta baja para dar cabida a los asistentes. El Jefe de Estado preguntó, en son de broma, si en el menú no se incluyeron sándwiches. Luego rió.
Moreno no participó del almuerzo. Se retiró del hotel, pero mientras salía, una persona se acercó y lo cuestionó por sus decisiones. El Primer Mandatario la escuchó y siguió su camino hasta su vehículo.
En contexto
La dirección nacional de Alianza País no ha podido convocarse para analizar la coyuntura política y tomar decisiones, como ocurría en el Régimen anterior. La pugna interna ha hecho que los frentes en pugna realicen actividades políticas por separado.