En nuestro país, la industria farmacéutica se rige fundamentalmente por la Constitución de la República, que garantiza el derecho a la salud y la disponibilidad y acceso a medicamentos; por la Ley Orgánica de Salud, la que trata sobre la fijación, revisión y control de precios de los medicamentos de uso y consumo humano; y por la Ley de Propiedad Intelectual, mediante la cual se regula la concesión de patentes. Hay otras disposiciones legales y reglamentos aplicables al sector farmacéutico, como es el caso del Reglamento de Control y Funcionamiento de Establecimientos Farmacéuticos y el Instructivo para Fijación de Precios para Medicamentos.
El presidente Correa, mediante Decreto, declaró de interés público el acceso a las medicinas para el tratamiento de enfermedades que afectan a nuestra población y que sean prioritarias para la salud pública, sin definirlas.
El Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual debe fundamentar su autorización para conceder licencias obligatorias, estableciendo el alcance, objeto y plazo por el cual las concede, así como el monto y las condiciones de pago de las regalías que se deben pagar al dueño de la patente.
Con la constitución de Farmaecuador, ya se dieron los primeros pasos para construir una planta para la fabricación de medicamentos genéricos en nuestro país, la cual espero que tenga el éxito deseado, aunque temo que dada la alta tecnología que se requiere para fabricar ciertos fármacos (de la que carecemos), muchos médicos pudieran abstenerse de recetar genéricos producidos por un laboratorio estatal.
Las normas sobre Aspectos Relacionados al Comercio de la Propiedad Intelectual (Adpic) de la Organización Mundial de Comercio, de la cual formamos parte, en efecto reconocen el derecho de los países miembros a emitir licencias obligatorias de patentes, pero solo en casos extraordinarios, tal como lo establece nuestra Ley de Propiedad Intelectual: existencia de razones de interés público o de emergencia o de seguridad nacional, y solo mientras estas permanezcan. Se cumplen estos requisitos? Opino que no.
Entregarán los laboratorios de las multinacionales farmacéuticas, toda la información requerida para fabricar fármacos de alta calidad? Poco probable.
Siento que hay una mala predisposición del Gobierno para el sector farmacéutico , y muy especialmente para las multinacionales, ya que considera que la industria y la actividad
farmacéutica debe ser sin fines de lucro, lo cual es un error, pues es un sector que como cualquier otro, busca generar utilidades para sus negocios. Ojalá que la concesión de patentes obligatorias no cause un desabastecimiento de medicinas.