La libertad es la parte complementaria de la democracia y nos da la capacidad y el derecho de intervenir en los sectores público y privado. Como ciudadanos podemos presentar propuestas para que se estudien, analicen y obtener resultados positivos. Al menos eso es lo que hemos hecho desde los grupos de jubilados en el Seguro Social.
Si no fuera por esa libertad se inculcarían todos nuestros derechos y eso sería gravísimo. El tratar de imponer una censura no es compatible con la democracia.
La carta universal de los Derechos Humanos garantiza la libertad para todos los ciudadanos y eso tienen que respetar todos. Con la libertad, los gobiernos garantizan el derecho de la libre expresión y el reclamo que todos pueden realizar.
Gracias a esa posibilidad de expresarnos, hace cinco años nos levantamos en contra de las pensiones irrisorias que nos pagaban. Las autoridades del momento no acogieron la propuesta y protagonizamos una huelga de un mes. Sin libertad eso no se lograría.