Bogotá, AFP
Un total de 13 militares colombianos acusados de ejecuciones arbitrarias fueron dejados en libertad porque se vencieron los lapsos para su judicialización, con lo que suman 31 los efectivos que se han beneficiado con esa situación, según un reporte divulgado hoy.
Inicialmente el martes, el juez segundo municipal de la población de Soacha (cercana a Bogotá) , otorgó la libertad provisional a seis militares debido a que transcurrieron los 90 días previstos por la ley para que fueran llamados a juicio en audiencia pública sin que ello ocurriera.
Los militares están acusados de haber asesinado a una persona, a quien posteriormente presentaron como miembro de un grupo armado ilegal muerto en combate.
Hoy, el mismo funcionario determinó la libertad de siete uniformados más por iguales circunstancias que los anteriores, pero aseguró que la decisión “no significa que haya impunidad en el proceso”.
El juez señaló que en el momento de la captura de los militares “se dieron los presupuestos legales para privarlos de la libertad”, pero explicó que ahora, “se están dando los presupuestos legales para otorgarles la libertad (provisional) por vencimiento de términos”, aunque continuarán vinculados al proceso.
Otros 18 militares procesados por hechos similares fueron excarcelados la semana pasada, en iguales circunstancias, pero el Ministerio de Defensa y el Comando general de las Fuerzas Militares decidieron recluir a los uniformados en una guarnición, mientras se reinicia la pesquisa.
Las ejecuciones de al menos una decena de jóvenes residentes en Soacha, cuyos cuerpos aparecieron después en fosas del noreste del país como miembros de grupos armados muertos en combate, son conocidas en Colombia como el caso de los ‘falsos positivos’.
Con ellas los militares buscaban obtener méritos, además de otros beneficios como días de permiso y felicitaciones.
La Fiscalía investiga a cerca de un millar de integrantes de los cuerpos de seguridad por su presunta participación en el asesinato de 1 375 civiles que fueron presentados ante las autoridades como guerrilleros muertos en combate.