Pablo Marín. Ex futbolista y entrenador
“Nuestra libertad se radica en la paz interna, basada en una comunión y armonía con Dios. Para quienes somos Siervos del Señor, la libertad tiene un punto de vista diferente a los demás.
La libertad es no tener ataduras con este mundo, sino ser digno de la palabra de Dios. En la vida deportiva y más cuando se logra el reconocimiento público, la libertad es condicionada. Hay que saber cuidar la imagen con una vida privada ordenada.
Ahora que sigo vinculado a la actividad, en la parte técnica, se mantiene ese reconocimiento de la gente. Por eso, no existe una libertad completa para realizar lo que hacen las personas comunes.
Cristianamente, el pensamiento es basarse en conocimientos de la palabra de Dios. Pensar en que Dios es quien mueve todo sentido y es parte de nuestra existencia. Tenemos que reconocer todas las bondades que Dios ha puesto en la tierra.
El pensamiento mueve una serie de neuronas del cerebro para que actúe el cuerpo inteligentemente. Hay que saber administrar la libertad”.