Fotografía de la marcha del orgullo gay celebrada en Quito el pasado sábado 30 de junio de 2018. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Pasos a favor de las parejas del mismo sexo se están dando en Cuenca, según la abogada Nathaly Yépez, del Colectivo Jurídico Feminista, que respalda las luchas por la reivindicación de derechos de Gais, lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexo (Glbti). Ella junto a sus colegas Catalina Mendoza Escola y Sylvia Bonilla impulsan acciones de protección para que se permita la inscripción del matrimonio civil igualitario.
El 19 de abril, las parejas acudieron al Registro Civil de esa ciudad, para intentar casarse. Pero su petición fue negada el 24 de mayo. El pasado viernes 29 de junio de este 2018 se efectuaron dos audiencias para tratar estos casos. Y las juezas Iliana Vallejo y Ruth Álvarez, en funciones constitucionales, aceptaron las dos demandas de acción de protección. Ellas pertenecen a la Unidad Judicial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia.
En ambas audiencias, las juezas, según Yépez, declararon la violación al derecho a la igualdad y no discriminación. Y ordenaron al Registro Civil de Cuenca inscribir inmediatamente el matrimonio de las parejas. Las sentencias fueron apeladas. Pero el Colectivo Jurídico Feminista espera que la resolución final sea favorable.
Las abogadas en sus alegatos hablaron del incumplimiento del Registro Civil a lo establecido en la Opinión Consultiva, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Se pidió a los estados extender todas las figuras existentes en los ordenamientos jurídicos, para parejas heterosexuales a las parejas del mismo sexo”. También se alegó que la negativa a celebrar el matrimonio civil igualitario vulnera el derecho a la igualdad y no discriminación de fundar una familia a través del matrimonio, en razón de orientación sexual de los contrayentes. Y se recortó lo dictaminado por la Corte Constitucional, en el caso Satya, sobre el respeto a las familias diversas.
Yépez reiteró que las familias diversas ya existen en Ecuador y que este tipo de sentencias ayudan a tener una verdadera inclusión en Ecuador. “Aunque las parejas del mismo sexo pueden usar la figura de la unión de hecho, esto ha funcionado como un apartheid. Los heterosexuales requieren más posibilidades de tener vida y familia, como ocurre a escala internacional. No se debe restringir esos derechos por identidad de género, eso implica deconstruir la idea de prototipo de familia tradicional, papá, mamá e hijos y reconocer lo que ya existe en la realidad en el país”.