Lenín Moreno presidió el Cambio de Guardia y recibió apoyo de sus simpatizantes. Jorge Glas estuvo ayer, 7 de agosto de 2017, en Quito y se reunió con Alianza País, en la sede de los Shyris. Fotos: EL COMERCIO
El presidente Lenín Moreno dispuso ayer, 7 de agosto de 2017, la venta de uno de los dos aviones que se usan para el desplazamiento de las máximas autoridades y altos funcionarios. También, la venta de los autos de lujo que están en manos del Gobierno.
Las medidas, dijo el Presidente, son parte de una política de austeridad que se impulsa para enfrentar la dura situación económica del país.
Por eso, también se ha dispuesto la reducción del salario en un 10% a los servidores públicos de nivel jerárquico superior. Es decir, a los de mayor remuneración mensual.
“Agradezco, de antemano, la comprensión de los servidores públicos de nivel jerárquico superior. Ustedes son los primeros en saber que su aporte para sortear la crisis es un gesto patriótico y solidario”, señaló Moreno en su espacio de rendición de cuentas ‘El Gobierno Informa’, de anoche.
Otra medida adoptada es la venta de todos los bienes inmuebles de Inmobiliar. El dinero que se recaude será invertido en el Plan Casa para Todos, a través del cual se busca dar vivienda social a las personas más vulnerables.
Moreno dijo que se ha dado la disposición al Ministerio de Economía y Finanzas para que transmita a todos quienes han invertido en Ecuador que sus derechos serán respetados.
Agendas diferentes
La mañana del lunes, militantes de AP y funcionarios se encontraron en puntos diferentes de la capital.
La Plaza Grande se abarrotó de seguidores de Lenín Moreno. El Presidente volvió a referirse al combate a la corrupción. “No me amedrento, no me avergüenzo de lo que estoy haciendo”.
El Primer Mandatario pidió a las autoridades de control, ministros y autoridades locales que no permitan, bajo ningún motivo, que se paren las investigaciones para sancionar a quienes han “expoliado los recursos de la patria”.
En Carondelet lo acompañaron varios de sus ministros y autoridades provinciales. María F. Espinosa, canciller; Carlos De la Torre, de Finanzas; Irina Cabezas, del Plan Toda Una Vida; Carlos Pérez, de Hidrocarburos, entre otros.
Después del Cambio de Guardia, la Presidencia señaló que Gustavo Larrea no cumple funciones en el Gobierno, no lo representa y no está autorizado a hacer gestión. El comunicado fue bien visto por la militancia, como reconoció el mismo vicepresidente Jorge Glas, quien arrancó su día con una reunión en la sede de Alianza País (AP), en el norte de Quito. Allí llegó Mary Verduga, gobernadora de Santo Domingo y titular del Comité de Ética de AP.
También los legisladores Mauricio Proaño, Marcela Aguiñaga y Pabel Muñoz. Además, el consejero presidencial Ricardo Patiño y Omar Simon, asesor de Jorge Glas y expresidente del CNE.
El Vicepresidente explicó a sus compañeros la postura que tiene en torno al cese de sus funciones. Y respondió a las inquietudes sobre la adjudicación del campo petrolero Singue, en el que la Contraloría emitió un informe con responsabilidad penal.
El principal argumento fue que existe una “persecución política”, que tiene como actores a nuevos funcionarios de la Contraloría. “Estoy firme y no tengo por qué agachar la cabeza, mis manos están limpias y así lo demostraré”, mencionó.
A criterio de la asambleísta Doris Soliz, Glas es víctima de linchamiento mediático.
Tras la cita, Aguiñaga informó que Gabriela Rivadeneira, en representación de AP, y Ricardo Patiño, en calidad de consejero presidencial, propusieron conformar una mesa de diálogo en la cual se buscará zanjar las diferencias dentro del oficialismo. Patiño se encargará de presentar la propuesta a Moreno, de quien dependerá su realización.
En contexto
Alianza País y el Ejecutivo enfrentan una crisis política. Desde la semana pasada, el Presidente y el Vicepresidente no han coincidido en actos públicos. Los legisladores intentan mediar para encontrar una solución al distanciamiento que hay en el Ejecutivo.