Recreación de la oficina en que Pedro Franco Dávila desarrolló su trabajo. Foto: cortesía MNCN
El naturalista e investigador ecuatoriano Pedro Franco Dávila recibe el homenaje del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) de España en el 240º aniversario de la institución.
La efeméride se conmemora con la exposición ‘Una colección, un criollo erudito y un rey. Un gabinete para una monarquía ilustrada’, que hasta el 9 de mayo del 2017 puede verse en la capital española.
La muestra, inaugurada esta semana, rinde homenaje a Pedro Franco Dávila, primer director del Real Gabinete de Ciencias Naturales, origen del actual museo, y al rey Carlos III, monarca que promovió su creación en el siglo XVIII.
El Consejero de la Embajada de Ecuador en Madrid, Juan Carlos Coellar, resaltó en la inauguración los aportes a España del guayaquileño Pedro Franco Dávila y del quiteño José Mejía Lequerica y la histórica relación de hermandad que unen al pueblo español y al pueblo ecuatoriano, según la representación diplomática.
“Esta exposición viene a contribuir al fortalecimiento de esa relación y a potenciar ese intercambio de conocimiento en el que también participará la comunidad ecuatoriana residente en España”, dijo Coellar.
En la muestra puede verse una maqueta que refleja la vida y costumbres de Guayaquil en 1 730 -ciudad donde nació Pedro Franco Dávila-. La obra inédita, elaborada por el maquetista guayaquileño Carlos Bermúdez Marín, llegó a España con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana del Ecuador y su Embajada en España.
Además, se expone una pieza elaborada a base de cristal de roca, cuarzo hialino y oro, pertenecientes a la Colección del Tesoro del Delfín del Museo Nacional del Prado, entre otras piezas destacadas.
Santiago Merino, director de la institución, señaló en un comunicado de prensa que “no hay muchas instituciones científicas en España que puedan decir que tienen 240 años de antigüedad. Es triste que una de las grandes capitales europeas tenga a su Museo Nacional de Ciencias Naturales arrinconado en los extremos de un edificio, cuando podría ser uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad”.
La exposición montada en Madrid se divide en tres momentos: Pedro Franco Dávila, el Real Gabinete de Historia Natural y el papel del rey Carlos III en el proyecto naturalista europeo.
Mientras que los dos últimos centran su atención en lo que significó el trabajo en torno a la creación de una de las colecciones de ciencias naturales más ricas de la corona española, la primera sección devela toda la labor del guayaquileño en el ámbito de las ciencias. Así, el MNCN presenta su infancia en Ecuador, sus viajes de estudio a París y sus encuentros con distinguidos miembros de las monarquías europeas de la época.
Pero el encuentro de Pedro Franco Dávila con las ciencias naturales en Europa no sería una tarea sencilla. Según lo recopila el historiador Efrén Avilés Pino, el naturalista debió trabajar en el comercio del cacao, luego fue prisionero de piratas y, finalmente, espero la guerra entre Inglaterra y España para entregarse apasionadamente a su vocación.
Al respecto, el historiador Víctor Hugo Arellano escribe que en 1745, el guayaquileño “tomó la decisión de dedicarse a su única y verdadera pasión: coleccionar toda clase de objetos relacionados con Botánica, Zoología, Mineralogía y Geología; también tenía bronces antiguos, piedras preciosas, una colección de aproximadamente 16 000 estampas de las más raras que se encontraron de las escuelas italianas, flamencas y francesas”.
A todo esto se suma “una gran colección de mapas, cartas geográficas, hidrográficas, topográficas, planos de ciudades y demás… (y) una biblioteca de más de 2 000 libros de temas científicos”. Estos tratados fueron los que llamaron la atención de Carlos III para la creación del Real Gabinete de Ciencias Naturales.