¡La leche!

La leche de vaca es producto básico en la alimentación de la población ecuatoriana, especialmente de la niñez.

Mediante decreto 1042, de 23 de abril del 2008, el presidente Correa y el  ministro de Agricultura y Ganadería de entonces, Walter Poveda, fijaron el precio base de compra de la leche cruda al ganadero y el  PVP  del producto  procesado que se expende en funda de polietileno: pasteurizado y UHT, cuya duración es de un mes y su calidad es similar a la de larga duración (seis meses). La diferencia radica en el envase.

Hace dos semanas, los dirigentes de los ganaderos plantearon el incremento del 20% del precio referencial que perciben, esto es que suba de 35,75 centavos el litro  a 42,9, para suplir los  efectos de la aguda sequía en algunas provincias, el encarecimiento de los insumos y de la mano de obra, el impacto de la inflación, etc.

Los ministros de Agricultura y Ganadería y  de la Producción coincidieron en que es justo el pedido de los ganaderos y anunciaron que se analiza el monto del posible ajuste y que la decisión final corresponde al Presidente de la República.

 Sin embargo, el ministro Ramón Espinel   anticipó que el alza  podría ser de 10 centavos/litro.

 Así se atendería la aspiración de seis centavos de los productores y los cuatro centavos restantes serían para las industrias lácteas, que también reclaman una revisión  del margen que perciben  para la leche en funda de polietileno, que, según sostienen, les ocasiona pérdida, de la que se resarcen con la utilidad que dejan la leche en cartón y los derivados.
 Así amaneció el Jueves de la Semana Santa, la de mayor consumo de lácteos en el año, por la fanesca.

El promedio que pagan las industrias al ganadero es de  42 centavos/litro a nivel de finca, con sujeción a los parámetros establecidos para diferenciar la calidad del producto.

Pero algunas no cumplen las tablas y suben o bajan el precio y el volumen de recepción en las épocas de escasez o de excedentes, según su conveniencia.

Es vox pópuli que en Quito y otras ciudades se expenden productos lácteos de ciertas marcas que no cumplen la Norma INEN  (Instituto Ecuatoriano de Normalización) y que, incluso,  agregan sustancias nocivas para la salud.

 También hay plantas que no respetan el PVP fijado para la leche de consumo popular, especialmente  en la Costa, no obstante que el artículo 4 del decreto 1042 dice: “Se elimina la diferenciación de precios al consumidor entre las Regiones Sierra, Litoral y Galápagos…”.

De ahí que es indispensable que se intensifique el control para garantizar la calidad de la materia prima,  de la leche procesada y de los diversos derivados  que se  expenden con múltiples marcas y que se sancione en forma drástica a  quienes ponen en  peligro la salud de los consumidores.

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