Redacción Política
Ricardo Patiño dio una muestra más del poder que tiene en el Gobierno. Ayer, el presidente Rafael Correa, en una entrevista concedida a Canal Uno, ratificó que su cuarto Canciller será el actual ministro de Coordinación Política.
Patiño es uno de los funcionarios de confianza del Mandatario. Desde el 15 de enero de 2007 ha ocupado ministerios estratégicos en el Régimen. Manejó la economía, la relaciones con Guayaquil y la Costa y estuvo al frente de la agenda política. Sin embargo, en estos cargos ha protagonizado más de una polémica (ver ficha).
Ahora, al iniciar su cuarto año de mandato, Correa lo escogió como el sucesor de Fander Falconí. Él dejó la Cancillería después de las críticas presidenciales en contra del modelo de negociación de la Iniciativa Yasuní-ITT.
La entrega del cuarto Ministerio para Patiño se produce también en momentos en que su gestión como negociador político estaba agotada. Así se quejaron con el Presidente, a finales de diciembre, sus aliados del ADE y PRE, quienes aseguraron que Patiño no era un buen interlocutor.
Una percepción similar tuvieron varios legisladores de Alianza País cuando Patiño -por estrategia u omisión- hizo poco para detener el choque de trenes que se produjo hace un mes entre Correa el y el titular de la Asamblea, Fernando Cordero, por el acuerdo al que llegó con la oposición por la ley de Comunicación.
Sobre las nuevas funciones del influyente Ministro, los integrantes de la bancada oficialista prefirieron no dar declaraciones. Su prioridad es conocer quién coordinará en adelante la agenda legislativa con el Ejecutivo.
La actual secretaria de los Pueblos, Doris Soliz, ocuparía esas funciones. Para Alfredo Ortiz, asambleísta de ADE, su llegada sería una bocanada de oxígeno para esa Cartera de Estado.
El sector indígena, en octubre pasado, también dio cuenta de los recelos que la gestión de Patiño, como Ministro de la Política les despertaba. Por eso pidieron a Correa que él no formara parte de las mesas de diálogo. Contrario a estos reclamos, el Presidente asegura que el nuevo Canciller tiene una importante cualidad: la lealtad.
Según dijo a Canal Uno, para las carteras de Defensa y Relaciones Exteriores se requiere gente “muy leal” con el proyecto político y de “gran consistencia ideológica”.
A Patiño no le resulta ajena la agenda internacional del Régimen. Él es un convencido del bolivarianismo que impulsan los presidentes Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia). En el último año ha realizado, al menos, una decena de viajes a Caracas para reunirse con funcionarios del Palacio de Miraflores.
En la mañana de ayer, desde Lago Agrio, el nuevo Canciller aseguró que seguirá las políticas diseñadas por el Mandatario y ejecutadas por su antecesor.
“El Presidente me encargó esta responsabilidad. La política de relaciones exteriores manejada por Fander se mantendrá porque ha sido excelente”. En ese sentido, insistió en que fortalecerá al equipo de negación del proyecto Yasuní-ITT, que ya no será coordinado por su Cartera sino por la de Patrimonio.
Más allá de estas primeras declaraciones, la designación de Patiño profundizará las relaciones políticas con el círculo bolivariano de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, así como con Irán y otros países de la tendencia.
No obstante, Carlos Espinosa, coordinador de Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco, cree que la política exterior necesita dar un giro hacia el pragmatismo, el cual permitió, por ejemplo, el restablecimiento de las relaciones con Colombia.
A más de mejorar las relaciones con el vecino país, para el académico es imprescindible retomar la negociación del acuerdo de asociación con la Unión Europea, que Perú y Colombia han adelantado. También colaborar con Brasil en la integración sudamericana y asegurar el comercio con EE.UU. “Pero el nombramiento del nuevo Canciller sugiere que se va ir en sentido contrario. Es decir, hacia una mayor ideologización de la política exterior”.
Luis Narváez, presidente de la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior, dice que la orientación política del nuevo Canciller no necesariamente va a modificar el rumbo de la política exterior.
Anoche, Patiño acompañó a Correa a La Paz (Bolivia) para asistir a la posesión del presidente Morales en su segundo mandato.