Una de las familias acogientes es la de Judith Narváez. Ellos recibirán a sus cuatro sobrinos que viven en zona de riesgo. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
En la casa donde viven Daniel Montenegro y su esposa Elsa Santamaría, desde el 15 de agosto de este año, la comparten con su cuñado Oswaldo y sus dos sobrinos. Ese día, se hizo una evacuación preventiva en la ciudad de Latacunga, luego de las primeras explosiones registradas por la reactivación del volcán Cotopaxi.
Oswaldo no encontró otra alternativa que subir hasta este barrio denominado El Calvario, localizado al oriente del centro de Latacunga, porque está considerado como una de las zonas seguras de la ciudad. Mientras que su vivienda está en las riberas del río Cutuchi, que es un sitio de alto riesgo.
Desde entonces, son parte de la familia Montenegro – Santamaría. “Comparten los alimentos, los momentos de tertulia, también de juegos y colaboran con los víveres”, aseguró Daniel, de 50 años.
Ellos conforman uno de los 98 hogares que son parte del programa Familias acogientes impulsado por los directivos y moradores del barrio El Calvario. El plan también tiene el apoyo de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
“Si ocurriera la erupción del coloso, cada familia de nuestro sector acogería entre una y tres familias que vengan de los sitios de riesgo. En total hay espacio para 431 personas. Tenemos los nombres, las direcciones y el número de miembros que arribarán en caso de una emergencia”, contó Gladys Betancourt, presidenta del barrio.
La idea del proyecto surgió tras la alerta que se dio el 15 de agosto pasado. Decenas de personas entre familiares, amigos y conocidos llegaron a la plaza de este sector para solicitar una posada. En esa fecha, 10 familias se quedaron a vivir temporalmente en las casas de parientes que residen en El Calvario. A partir de ahí, la directiva planteó el proyecto de las Familias acogientes.
En un inicio se inscribieron 80 familias, pero al declararlo como el barrio pionero en este proyecto por parte de María del Pilar Cornejo, ministra de la SGR, la gente se motivó más.
Para poner en marcha el plan, en cada una de las viviendas ya se adecuaron los espacios para el alojamiento de las personas que se mudarían hasta allí de manera temporal.
Según Betancourt, el 40% de las personas que llegarían a cada una de las viviendas acogientes son familiares. El 60% restante corresponden a amigos, conocidos u otros. “Uno de los principales requisitos para que ingresen al sistema es que vivan en la franja de peligro”.
Oswaldo Santamaría está más tranquilo desde que duerme con su esposa y sus dos hijos en la casa de su hermana. “Fue desesperante lo que ocurrió el 15 de agosto, porque estábamos confundidos sin saber a dónde ir. Luego me tranquilicé y decidí subir hasta acá”.
Confiesa que, pese a que no tiene todas las comodidades, él y su familia se sienten más seguros. Ellos ocupan un cuarto de la parte trasera de la casa ubicada en las calles Isla Española e Isla Fernandina. Oswaldo se dedica al comercio de ganado menor. “Hace más de 45 días el negocio bajó y no se ha podido recuperar. Lo poco que gano ayudo a mi hermana a comprar los víveres. Compartimos los alimentos”.
La vivienda de Mónica Oña también está dentro del programa. La madre de dos niños tuvo que hacer algunos gastos para habilitar dos cuartos y una cocina que estaban a medio construir. Con una inversión de USD 1 000 comenzó la instalación de ventanas y piso. “La idea es ayudar a la gente, no importa el esfuerzo que hagamos las familias que en forma voluntaria estamos para recibirlos”.
El programa Familias acogientes está bajo la coordinación de la SGR. Pablo Morillo, coordinador zonal 3 de la entidad, explicó que tras el éxito del proyecto en el barrio El Calvario, la campaña continúa para sumar a más familias en otros sectores. El objetivo final es que unas 25 000 personas de las 50 000 que están en la zona de riesgo en Latacunga, por el volcán Cotopaxi, se refugien en estos lugares.
El 50% restante de esta población se espera que acuda a los 127 albergues establecidos en otras zonas seguras. Familias acogientes es un programa solidario con integrantes voluntarios, y que funcionará de forma temporal. “El Gobierno apoyará con la entrega de raciones alimenticias a los dos grupos”, dijo Morillo.
En contexto
El barrio El Calvario en el programa de ‘Familias acogientes’. La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) busca otros barrios de Latacunga, Pujilí, Saquisilí y de varios cantones para que se sumen a esta iniciativa. La idea es que den albergue a
25 000 personas.
Tome en cuenta
Las familias que requieran participar en el programa de Familias acogientes deben solicitar información a la Secretaría de Gestión de Riesgos. La voluntad es un requisito.
Para ser parte del programa Familias acogientes uno de los requisitos es vivir en zonas vulnerables. Deberán llenar una ficha conde detallen sus datos principales.
Otro requisito es notificar el número de miembros. Los directivos del barrio averiguarán los antecedentes para designarle el sitio donde podrán vivir temporalmente.
De las familias acogientes, la SGR llena una ficha con los números de contacto, la dirección de la vivienda que es geo rreferenciada e ingresa a una base de datos.