El vicepresidente Jorge Glas comió una tradicional chugchucara y compartió con los ciudadanos. Foto: Vicepresidencia
Las 26 habitaciones del Hostal Los Andes, ubicado en el centro de Latacunga, fueron ocupadas en su totalidad por personal de la Presidencia, la noche del viernes pasado. A 200 metros de allí, en el Hotel Azul, tampoco había espacio y sus 40 habitaciones estaban copadas por servidores públicos.
Latacunga vivió un ‘boom económico’ temporal, entre el viernes y sábado, por la visita del presidente Rafael Correa y 600 funcionarios, entre ministros, asesores, periodistas y personal de seguridad, quienes participaron en el gabinete itinerante y en la sabatina. La ciudad fue golpeada por el cierre del Parque Nacional Cotopaxi y la declaratoria de la alerta amarilla tras la reactivación del volcán. Según un informe de la Cámara de Comercio de la ciudad, las ventas cayeron en un 60%, afectando a unos 25 000 locales comerciales y empresas de la región.
Pero esa realidad con la que han lidiado los latacungueños en estos últimos cuatro meses cambió este fin de semana, al menos en las actividades relacionadas con el turismo. Las plazas de los hoteles estaban repletas; los restaurantes tenían las mesas llenas de comensales y en las calles del centro vehículos oficiales 4×4, sin placas, ocupaban las veredas.
El ministro Fausto Herrera, por ejemplo, desayunó el viernes en un restaurante tradicional en la Panamericana. Otros, como el vicepresidente Jorge Glas, junto a personal de la Vicepresidencia, aprovecharon la tarde para saborear una tradicional chugchucara donde Mama Rosita. “Siempre los gabinetes itinerantes ayudan a reactivar la economía y envían un mensaje claro de que estamos trabajando junto a ellos”, dijo el segundo mandatario, al terminar el almuerzo.
El Ejecutivo realiza dos gabinetes al mes, uno virtual y otro itinerante. Glas explicó que el encuentro de diciembre debía ser en la capital, pero no querían terminar el año sin visitar Latacunga, “que ha enfrentado problemas por el proceso eruptivo del Cotopaxi”.
En Latacunga basta con conversar con cualquiera de sus habitantes para conocer historias por la depresión económica de los últimos meses. Las ventas en el comedor El Vecino, de Ana Coronel, por ejemplo, bajaron en un 80%, por estar ubicado frente a la Estación del Tren; Janeth Granja, de Chugchucaras Mama Rosita, cuenta en cambio que sus ventas se redujeron en 50%. En el caso de Ana Lucía Ortiz, propietaria del Hostal Los Andes, y de Teresa Ávila, del Hotel Azul, el descenso en el alquiler de las habitaciones bordea el 80%.
Ellas coinciden en que existe otro factor que gravitó la desaceleración económica. Fue la inauguración del Paso Lateral Latacunga-Salcedo, en marzo pasado, que hizo que los automotores dejaran de circular por el corazón de la capital de Cotopaxi.
Una de las prácticas habituales del presidente Rafael Correa ha sido la de mover la economía a través de sus visitas, en sitios que han sido afectados. En septiembre del 2014 realizó el Gabinete en la parroquia de Guayllabamba, luego de que la Panamericana Norte fuera cerrada por los fuertes sismos, y provocara una caída en las ventas. En octubre de este año hubo otra sesión de esta naturaleza en Tulcán, que atraviesa dificultades económicas por la pérdida del valor del peso colombiano frente al dólar.
En esta ocasión, el Primer Mandatario y su Gabinete se reunieron en la Estación de Tren Latacunga, que estaba rodeada por un centenar de militares uniformados y otros vestidos de civil y policías que incluso llegaron desde Ambato.
Ahí, las autoridades trataron temas de coyuntura nacional, conocieron un informe del Gobernador sobre el estado de las obras públicas en la provincia y se conoció un informe del Servicio de Rentas Internas sobre el impuesto a tierras productivas.
Afuera, un grupo de ciudadanos esperaba la salida del Presidente para entregarle cartas con historias personales, favores para comunidades o solicitudes de empleo. Otros querían conocerlo personalmente y, con suerte, tomarse una fotografía.
Una hora antes de que el Presidente saliera al almuerzo popular, los militares desalojaron a las personas que esperaban sentadas afuera de la estación. Crearon un camino entre la puerta y la calle y acordonaron el tramo para que los ministros y funcionarios pudieran dirigirse a sus vehículos.
Al salir no hubo sonrisas ni acercamientos a la gente de parte de los ministros. No obstante, fueron el Presidente y el Vicepresidente quienes rompieron el protocolo y saludaron con los latacungueños. Hubo tiempo para una que otra foto.
Por la tarde, el Gabinete continuó, y en la noche hubo la fiesta cultural. Luego de la sabatina y de un almuerzo con autoridades locales, el Primer Mandatario viajó a Guayaquil.
Ahora la preocupación continúa entre los habitantes de la Latacunga, pues con la despedida del Presidente terminó este ‘boom económico’ de 48 horas. Muchos confían en que la reapertura del Parque Nacional Cotopaxi -el segundo más visitado del país-, repercuta en la llegada de turistas y se reactive nuevamente el comercio. “Hoy han subido las ventas por la visita del Presidente, pero se va mañana y vuelve todo a la normalidad”, dijo Coronel.