(F-Contenido Intercultural)
Felisa Ortiz no para de trabajar. Sobre una mesa cubierta con un tapete verde coloca finos hilos y piolas por los que intercala semillas de diferentes tipos, para elaborar llamativos adornos femeninos.
Ella es una de las 20 mujeres que conforman la Asociación de Mujeres Comuna Cofán-Dureno Súquer (que significa tucán, en idioma a’ingae, de la nacionalidad Cofán).
Desde hace cinco años, este grupo de indígenas trabaja en sus casas para vender en Lago Agrio collares, aretes, manillas y hasta conjuntos de falda y top, inspirados en sus vestimentas y adornos tradicionales.
Ortiz cuenta que allí las contactó Violeta Villacorta, una joven que lleva la bisutería hecha con semillas de achira, caimitos o chambira.
Además, las integrantes de la Asociación cuentan con un pequeño local en las instalaciones de la Dirección de Turismo del Municipio de Nueva Loja, en Sucumbíos. Esta entidad está ubicada en la intersección avenida Quito y 20 de Junio.
La comunidad Cofán Dureno está a hora y media en bus desde Lago Agrio. Las mujeres de Súquer recogen las semillas en los alrededores de sus casas o las compran, para realizar sus trabajos artesanales. Se turnan para atender en el local, pero también ofrecen sus productos en algunas ferias.
Para elaborar un par de tobilleras, ellas trabajan con paciencia durante dos días, pero la confección de un conjunto de falda y top necesita de al menos tres semanas.
Estas dos últimas piezas son las preferidas por los turistas estadounidenses o europeos, según la artesana cofán. Debido a la cantidad de material invertido y del tiempo que les toma hacerlo las ofrecen a un costo de USD 50.
Ortiz afirma que estos trajes no son vestimenta típica de las mujeres cofanes, pero que las niñas y las jóvenes suelen usarlas para sus danzas en fiestas tradicionales como la del Chontaduro, que se hace anualmente a inicios de abril.
Los aretes, las pulseras, las tobilleras y los collares pueden costar desde USD 1 , en adelante. Por sus tonos beige, negro, café y rojo, las piezas son fácilmente combinables.
Ortiz no las usa a diario. Las que hace para ella o las que le regalan se las reserva para ocasiones especiales. Prefiere exhibir sus trabajos en las vitrinas y estanterías de su negocio.