Washington. IPS
El nuevo gobierno de Kirguistán aseguró que Washington podrá seguir usando la estratégica base aérea de Manas para apoyar sus operaciones militares en Afganistán.
La jefa del gobierno interino, Roza Otunbayeva, dijo a periodistas en Biskek que “se mantendrá el statu quo” en lo que se refiere a esa instalación.
USD 60 millones
anuales es el valor que EE.UU. paga a Kirguistán por el uso de su base aérea.
Otunbayeva hizo estas declaraciones cuando crecía la preocupación en Washington tras el derrocamiento del presidente kirguís Kurmanbek Bakiyev.
No obstante, la nueva gobernante señaló que habría que considerar otros temas referidos a la base militar, aunque no detalló cuáles. Otunbayeva pudo haber aludido a que su gobierno interino pedirá un aumento en el arrendamiento de las instalaciones, que actualmente asciende a USD 60 millones anuales.
Funcionarios estadounidenses confirmaron que, a pesar de la turbulencia política en Kirguistán, la base aérea sigue operando. “Actualmente se desarrollan operaciones limitadas en Manas”, dijo a la agencia de noticias Reuters el portavoz del Departamento de Defensa, Bryan Whitman. “Nuestro apoyo a Afganistán continúa y no ha sido afectado seriamente. Tenemos esperanza en que podremos reanudar pronto las operaciones plenas”.
Manifestantes opositores derrocaron a Bakiyev luego de una breve pero violenta asonada. La ex canciller Otunbayeva confirmó a la cadena estadounidense CNN que ahora estaba a cargo de un Gobierno interino y que se dedicaría a elegir nuevos ministros. Todavía se desconoce el paradero exacto de Bakiyev, pero según el servicio ruso de la cadena británica BBC estaría en su hogar en la provincia meridional de Jalal Abad.
Miles de personas tomaron las calles de las principales ciudades de Kirguistán en los últimos dos días, protestando contra la corrupción y los crecientes costos de los servicios públicos.
Cerca de 40 personas murieron y otras 400 resultaron heridas en enfrentamientos, según fuentes del Ministerio de Salud. Bakiyev había llegado al poder en 2005 tras la llamada Revolución de los Tulipanes, que derrocó al gobierno de Askar Akayev luego de unas disputadas elecciones parlamentarias. Akayev, a su vez, gobernaba desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, y su administración era acusada de corrupción y autoritarismo.