Santiago Estrella Garcés. Corresponsal en Buenos Aires
A Néstor Kirchner, ex presidente de la Argentina, parece no gustarle los acuerdos políticos.
Ayer, cuando los nuevos diputados electos el 28 de junio pasado debían jurar sus nuevos cargos, el bloque oficialista, ahora en minoría, trataba de dejar atrás el acuerdo sellado para la conformación de las comisiones legislativas.
Tras varios días de duras y conflictivas negociaciones, el reparto de las comisiones tuvo su final feliz a las 17:30 (15:30 de Ecuador), media hora después de cuando debía comenzar el juramento. Según lo pactado, los aliados de la presidenta Cristina Fernández mantendrán la presidencia de las que tienen que ver con asuntos gubernamentales, como las de Presupuesto y Asuntos Constitucionales, mientras que la oposición dirigirán las de control.
Lo que no gustó a Kirchner fue la composición de las comisiones: 51% la oposición; 49 el oficialismo. “El acuerdo se cayó”, dijo Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, una de las voces más críticas del kirchnerismo. “Kirchner quiere que la mayoría de esas comisiones esté constituida por el oficialismo”, señaló un vocero opositor.
La ceremonia comenzó una hora y media después de lo previsto y sin la presencia del oficialismo, que llegó luego de escuchar los aplausos desde el recinto, señal inequívoca de que había quórum sin él. Era una escena extraña: por primera vez desde 2005, cuando el kirchnerismo tuvo mayoría parlamentaria, está en inferioridad numérica. Aún así, el ex presidente Kirchner se resistía y, encerrado en la oficina de la Presidencia de la Cámara de Diputados, sus legisladores aliados intentaban convencerlo que el acuerdo era la única vía posible.
Fue una tarde tensa, con las barras de distintos colores políticos ocupando la galería, mientras en las afueras del Congreso, una gran movilización kirchnerista apoyaba a su líder. Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical y quien será vicepresidente primero, se mostró sorprendido por esta marcha atrás. “La decisión del pueblo fue un equilibrio de poderes”.
La oposición seguía también firme en sus propósitos: “La conformación será proporcional al número de votos obtenidos en las elecciones”, añadió Alfonsín.
Mientras que el diputado de Proyecto Sur, el cineasta Fernando ‘Pino’’Solanas, dijo que “estaban en contra de toda esta política caníbal”, al referirse a lo que afirmó Agustín Rossi, presidente del bloque oficialista, de que había intenciones desestabilizadores. “Pensar así es dar una patada a los tobillos de Argentina y producir un enorme daño al país”.
Al cierre de esta edición, los diputados estaban jurando. Luego de ello se debía conformar las comisiones de la nueva Cámara que iniciará su trabajo el día 10. El oficialista Eduardo Fellner fue reelecto para la Presidencia de la Cámara de Diputados.