Cristina de Kirchner evita revelar su futuro como posible jefa del peronismo

Cristina Fernández de Kirchner ha estado en la silla presidencial de Argentina desde 2007. Foto: AFP

Cristina Fernández de Kirchner ha estado en la silla presidencial de Argentina desde 2007. Foto: AFP

Cristina Fernández de Kirchner ha estado en la silla presidencial de Argentina desde 2007. Foto: AFP

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se negó hoy (22 de noviembre) a confirmar si una vez que deje la Casa Rosada aspirará a convertirse en la nueva jefa del peronismo.

"Yo soy una militante, nunca me he visto como dirigente de nada, nunca ordeno nada ni a nadie, no me metan en discusiones que no son para esta jornada", declaró Fernández de Kirchner al ser consultada sobre si buscará liderar el Partido Justicialista (PJ, peronista).

La mandataria votó este domingo en la segunda vuelta para definir a su sucesor a partir del 10 de diciembre en una escuela de la ciudad de Río Gallegos, la capital de la austral provincia de Santa Cruz donde posee su residencia privada.

La Constitución prohíbe un tercer mandato consecutivo, por lo que Fernández de Kirchner no pudo presentarse a la re-reelección al concluir en diciembre próximo su segundo período (2007-2011 y 2011-actual). Tampoco compitió por ningún otro cargo electivo, hecho que abrió especulaciones sobre si una vez lejos de la presidencia buscará liderar el peronismo.

Un mes atrás confirmó que a sus 62 años no dejará la vida política sino que se dedicará a "militar".

Tras emitir su sufragio, Fernández de Kirchner habló con la prensa dentro del centro de votación e hizo declaraciones que estuvieron cerca de violar la veda electoral que rige hasta el cierre de las urnas.

La mandataria saliente llamó a la población a hacer "un ejercicio de reflexión" en la jornada electoral. "Les pido pensar por un instante dónde y cómo estaban en el año 2003", instó Fernández de Kirchner, en referencia al inicio del gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) después de la profunda crisis política, social y económica de 2001 y 2002.

"Nunca hemos tenido tampoco un período de 12 años de gobierno con esta estabilidad y este constante progreso. Puede parecer que esto siempre va a ser así, independientemente de los gobiernos y las políticas que se apliquen. Mucha gente se esforzaba y trabajaba antes y no lo conseguía", señaló. "El futuro va a ser el que quieran los argentinos, nada es para siempre", sostuvo.

Destacó como un "fenómeno inédito" el hecho de que hoy se vote "con el 5,9%  de desocupación, generación de millones de puestos de trabajo y una paz social muy grande".

"Las devaluaciones licuan y pulverizan derechos", advirtió, después de una intensa campaña proselitista en la que el Frente para la Victoria (FpV) gobernante alertó sobre las intenciones del candidato opositor Mauricio Macri de devaluar el peso.

La presidenta expresó asimismo su "preocupación" por "la vandalización de la Mansión Seré, un campo de concentración durante la dictadura (1976-1983) en la provincia de Buenos Aires, con inscripciones muy feas como que 'El 22 se acaba el 'curro' (robo)'".

También rechazó declaraciones en contra de la presidenta de la organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. "Eso me preocupa porque el tema de los derechos humanos es un tema aceptado por las grandes mayorías, es una cuestión fundante de este proyecto y de la historia de los argentinos y que nos ha colocado a los argentinos en un lugar privilegiado", subrayó la jefa de Estado.

Fernández de Kirchner señaló que "hay una minoría que sueña con la impunidad pero los derechos humanos es un tema aceptado por las grandes mayorías". Destacó asimismo la movilización social de "artistas y científicos" a través de las redes sociales para defender al oficialismo, "luchando más que por un modelo político, luchando por un país".

"¿Si no hubieramos logrado tantas cosas, habría tanta gente defendiendo esto?", cuestionó en su discurso de unos 30 minutos en el centro de votación. 

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