Julianne Moore, aclamada en la Berlinale con "The Kids Are All Right"

Berlín, DPA

La actriz estadounidense Julianne Moore se convirtió hoy en el centro de atención de la Berlinale con la presentación de su comedia "The Kids Are All Right", un retrato poco convencional de los entresijos de una familia moderna dirigido por la cineasta Lisa Cholodenko.

Mientras, en el día del homenaje a la actriz alemana Hanna Schygulla ("Fontane Effi Briest") y a su compatriota y guionista Wolfgang Kohlhaase ("Summer in Berlin") compitieron en la carrera por el Oso de Oro "Shahada", ópera prima del afgano-alemán Burhan Qurbani, y "How I Ended This Summer", del ruso Alexei Popogrebsky.

Tras su aclamado paso por el festival de Sundance, "The Kids Are All Right", que se presenta fuera de concurso, se sumerge en uno de los temas más recurrentes de esta edición del certamen para ahondar en "la parte psicológica y emocional" de una relación, y cómo esta evoluciona a lo largo del tiempo.

 Asi, Julianne Moore y Annette Bening encarnan a una pareja de lesbianas con dos hijos adolescentes que, de pronto, tienen curiosidad por saber como será su padre biológico. Pero cuando éste (Mark Ruffalo) aterriza en sus vidas, la estabilidad del núcleo familiar comenzará a tambalearse.

"Para mí la película es el retrato de una familia y de lo que significa estar casada durante tanto tiempo, sin importar la orientación sexual", dijo Moore. La actriz, cuatro veces nominada por la Academia de Hollywood, lamentó que en el cine no se suela explorar "cómo funciona de verdad una relación" y señaló que eso fue precisamente lo que más le fascinó del proyecto.

Preguntada por cómo se las arregla para ser tan querida tanto por hombres como por mujeres, la protagonista de "Far From Heaven" y "Chloe", la cinta que inauguró la pasada edición del Festival de San Sebastián, contestó entre risas que le gusta "estar bien rodeada" y que se siente "afortunada de haber trabajado con gente interesante".

"El principal cumplido que puede recibir un actor es que cuando alguien vea su película se sienta identificado con él, le haya transmitido algo", declaró. Por su parte, la aclamada directora de "Laurel Canyon" contó que su nueva comedia es un proyecto madurado a lo largo de cinco años, y el hecho de que la cinta se estrene en un momento donde la comunidad homosexual está consiguiendo grandes avances no estaba calculado, pero le llena de orgullo.

"No me considero una persona política, pero me parecería genial si la cinta contribuye un poco a la reflexión, porque realmente creo que una familia es la gente a la que quieres, con la que empleas tu tiempo", sin importar que este formada por dos mamás.

Anteriormente, dentro de la competición oficial el debutante alemán de origen afgano Burhan Qurbani sorprendió con "Shahada", una sensible cinta sobre la tolerancia y los conflictos internos a los que se enfrentan los inmigrantes de segunda generación. "Aunque cada uno tenemos un trasfondo cultural, todos somos y nos sentimos alemanes", señaló el director, cuyos padres emigraron a Alemania en 1979, antes de que el Ejército Rojo invadiera Afganistán.

Por eso, en su ópera prima lo que le interesó fue ahondar en las contradicciones de personas que se sienten en crisis, independientemente de sus creencias. "Shahada" ("Faith"), explica el joven cineasta, "no es una película sobre religion", sino la historia de tres jóvenes alemanes de raíces islámicas que se ven como en ocasiones su educación religiosa choca con el entorno socio-cultural que les rodea, y cómo todo ello influye en las decisiones que deberán tomar.

Y de entorno y relaciones humanas, aunque en circunstancias mucho más extremas, habla también la cinta rusa "How I Ended This Summer", una visual historia existencialista y de supervivencia que supone el tercer largometraje de Alexei Popogrebsky tras "Koktebel" y "Simple Things".

Enmarcada en la aislada estación polar de Valkarkai, que según el director está "literalmente perdida en el fin del mundo", la cinta confronta a dos hombres, el joven y recién llegado Pavel y el solitario Sergei, en el rutinario trabajo de realizar mediciones regulares de los alrededores, parcialmente radioactivos, y enviarlas por radio a la sede.

"Siempre me fascinaron los diarios de exploradores polares", afirma el director, que contó cómo se enamoró de la remota ciudad de Chukokta, la más cercana a la estación meteorológica, y decidió dejarse inspirar por la naturaleza. "Lo importante era no dictar a la naturaleza qué queríamos, sino dejar que las cosas ocurrieran y adaptarnos a ellas", señaló Popogrebsky.

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