Tras las quejas hechas por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, empresarios de la ciudad y políticos republicanos, la Casa Blanca confirmó ayer que sopesa no celebrar en esa ciudad los juicios contra los acusados por los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El cambio de postura del gobierno del presidente Barack Obama se da tras la preocupación mostrada por Bloomberg y otros políticos ante los costos que pudiera suponer la celebración del juicio contra el acusado de planear los ataques, Jalid Sheij Mohammed (foto), y otros cuatro cómplices, en la corte federal que hay cerca de la Zona Cero.
El juicio provocaría, por motivos de seguridad, cortes de tráfico y restricciones que paralizarán la actividad normal, algo que tampoco gusta a empresarios de la zona. Según el jefe de la Policía de Nueva York, Ray Kelly, la celebración del juicio, que pudiera durar varios años, costará a la ciudad más de USD 200 millones anuales.
Según publicó el diario The New York Times, el gobierno de Obama puede realizar el juicio en una base militar. Washington, Nueva York. DPA