Los juegos mecánicos en Llano Grande fueron suspendidos después del accidente en el tagadá. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Para que un parque de diversiones pueda operar en la ciudad, debe obtener tres permisos: el de funcionamiento, de Bomberos y de la Intendencia. Los juegos mecánicos que funcionaban en Llano Grande, en los cuales el 1 de abril tres jóvenes sufrieron un accidente luego de subir al tagadá, no contaban con ninguno.
Fernando Morales, administrador zonal de Calderón, aseguró que jamás recibieron una solicitud por parte del parque de diversiones para poder funcionar. Así, los juegos operaban de manera clandestina. De los tres jóvenes que se accidentaron, Carlos Flores, de 21 años, fue quien se llevó la peor parte. Permaneció en coma por siete días y luego reaccionó, pero su estado es delicado. Debido a la gravedad del accidente, los juegos fueron retenidos mientras dure la investigación.
Las administraciones zonales son las encargadas de entregar el permiso de funcionamiento, sin el cual, ninguna empresa puede operar. Galo Erazo, director de territorio de la Administración Calderón, explicó que las autoridades locales dieron acompañamiento al proceso el mismo día del accidente. Aclaró que los juegos se encontraban en un predio privado y no en un espacio público. Indicó que la Agencia Metropolitana de Control y la Intendencia son las entidades encargadas de realizar clausuras.
En la Agencia de Control se informó que en lo que va del año se han realizado nueve intervenciones en parques de diversiones, en Quitumbe, Calderón y La Delicia, de las cuales cuatro fueron sancionados.
Erazo explicó que si alguien quiere usar un espacio público para un evento debe pagar una regalía. Si es en el predio privado (como fue en este caso) no debe pagar, pero igual debe obtener el permiso de funcionamiento. Dentro de la carta de autorización que entrega la administración zonal, se explica claramente que el empresario debe cumplir todo lo que exija el Cuerpo de Bomberos, las pruebas técnicas de los juegos, y todos los requisitos previos a la instalación de los aparatos. Una vez instalados, explica Erazo, se realiza otra inspección y se ratifica.
Erazo explicó que la Junta Parroquial también podría entregar ese tipo de permisos, pero en el caso del parque de diversiones de Llano Grande, eso tampoco ocurrió.
El funcionario dijo que en lo que va del año han llegado solicitudes de circos por ejemplo, pero no de juegos mecánicos.