Joven sometida a trabajo forzado en México escapa tras dos años de cautiverio

Una joven pasó dos años en cautiverio sometida a trabajos forzados en una lavandería de México, en donde fue encadenada y golpeada por sus jefes hasta que logró escapar, informó hoy, 28 de abril, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (Pgjdf).

La institución indicó en un comunicado que la joven, hoy de 22 años, solicitó trabajo en el local, ubicado en la colonia Lomas de Padierna, delegación Tlalpan (sur de la capital).

La muchacha "fue encadenada por sus patrones y para que no dejara de laborar, la golpeaban hasta que sangraba, y cuando las heridas iban cicatrizando le arrancaban las costras", refirió la PGJDF.

"Así la mantuvieron durante dos años hasta que ella logró escapar y pedir ayuda. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal solicitó orden de cateo para el establecimiento, donde detuvo a cinco probables responsables", informó la dependencia.

Los arrestados son José de Jesús Sánchez Vera, Leticia y Fani Molina Ochoa, así como Ivette y Jannet Hernández Molina.

Las mujeres fueron remitidas al Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla y el hombre al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, todos acusados de trata de personas en su modalidad de trabajos forzados.

"Se trata del primer caso de este tipo que se presenta en la Ciudad de México", subrayó la Procuraduría.

Los diversos estudios que se le practicaron a la víctima reflejan que la joven tiene un aspecto físico de 14 años, pero sus órganos internos y funciones de los mismos corresponden a una persona de 81 años debido al daño que se le causó durante su cautiverio.

En su declaración ante las autoridades, la mujer señaló que le daban de comer muy poco una vez al día, y que masticaba el plástico con el que cubría las prendas de vestir que planchaba para mitigar su hambre.

"Si pretendía apoyarse en la plancha para descansar un poco, era golpeada con una llave Stilson, una mano de molcajete, un lazo y con alicates, ocasionándole heridas que al cicatrizar le desprendían y nuevamente sangraban, dejándole múltiples marcas en todo el cuerpo. También le quemaban la espalda con la plancha", señaló la PGJDF.

La víctima mencionó que cuando fue contratada sus patrones le ofrecieron dónde vivir y durante un tiempo le dieron buen trato, pero después la acusaron de robar cosas de la vivienda, y fue así que la encadenaron y dejaron de pagarle su salario.

Su situación le ocasionó una grave anemia, que de acuerdo con los médicos que la atienden en un albergue, pone su vida en riesgo. 

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