Las razones del crimen no están claras. Por ahora, las pistas son dos jóvenes detenidos en la noche de este 23 de febrero del 2016 y un cuchillo con huellas de sangre hallado en un terreno baldío.
Ellos fueron esposados y ubicados en la parte posterior de un patrullero mientras los policías revisaban la casa. El interior de la vivienda era la escena de un asesinato.
El cuerpo de un joven de unos 28 años, aproximadamente, fue hallado sin vida. Este hecho sucedió a las 17:00 en el Barrio Martha Bucaram, en el sur de Quito. Tres horas después, el cadáver todavía no había sido retirado.
Primero se recogieron evidencias en el lugar, también se hicieron fotografías. Este trabajo estuvo a cargo de un equipo de Criminalística.
Investigadores de la Dinased, por su parte, buscaron las versiones de testigos. Uno de ellos explicó que unos jóvenes abandonaron la vivienda de forma veloz. Al registrar el aérea, los agentes hallaron un terreno baldío y en el interior fue encontrada el arma aparentemente usada en el crimen.
La gente del vecindario se agolpó cerca de la vivienda para conocer qué fue lo que pasó. Pero ningún policía quiso aclarar de qué se trató el hecho. Sin embargo, la gente aseguraba que en esa vivienda sucedían “cosas raras”: Habían peleas, se veía a gente desconocida que entraba y salía en la noche y madrugadas, se escuchaban botellas que se rompían. “Siempre pasaba algo ahí”, dijo un morador.
Ahora, la Policía investiga qué pudo haber sucedido y la identidad de los autores de la muerte. Los dos jóvenes detenidos habrían sido supuestamente las personas que vieron por última vez a la víctima. Ellos fueron llevados a la Unidad del Flagrancia, en el norte. Mientras que al cuerpo se lo trasladó a Medicina Legal.
El momento que el cadáver era sacado de la casa fue una escena desgarradora. La madre de la víctima lloraba sin consuelo y con su frente pegada a la pared. Pero antes de que el cuerpo fuera introducido a la ambulancia de la morgue, la mujer pidió que le dejaran ver el rostro. Se aferró al cadáver hasta que pudo observar la cara de su hijo. Entonces le dio su bendición.