A las 13:06 del 11 de marzo de 2004, el entonces presidente del Gobierno español José María Aznar llamó a Jesús Ceberio, director del diario El País y le dijo que tenía absoluta certeza de que los autores de los terribles atentados de ese día en los trenes de Madrid eran los terroristas de ETA. Ceberio le creyó y tituló la edición del 12 de marzo con ‘Matanza de ETA en Madrid’.
Corresponsales extranjeros en Madrid, entre ellos el del diario francés Le Monde y el del holandés Het Financieele Dagbland, Henk Boom, recibieron llamadas desde Moncloa (sede del Gobierno). En ellas les instaban a adjudicar en sus notas la autoría de los ataques del 11-M a ETA. Ellos no lo creyeron. “Mi nota la dejé abierta. Puse que esa era la opinión del Gobierno pero que había también otras opiniones. No sería la primera vez que un Gobierno no dice la verdad”, dijo Steven Adolf, presidente del Círculo de Corresponsales Extranjeros en 2004.
“(Desde Moncloa) fueron bastante insistentes, intentaban convencernos que la organización que estaba detrás de la masacre era ETA, fue una actitud fuera de lo normal”, añade Adolf. Su institución suscribió una carta dirigida al entonces secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans, en la cual expresaban su malestar por esa actitud. Los corresponsales extranjeros lamentaron que las llamadas se produjeran incluso después de que la Policía hubiera encontrado la furgoneta, en Alcalá de Henares, que vinculaba a los islamistas con los atentados.
Según Adolf, poco después saldría a la luz que las llamadas fueron parte de una campaña orquestada para no perder las elecciones del domingo 14 de marzo. La estrategia fue completa: mensaje de la Ministra de Asuntos Exteriores a sus embajadores en el mundo para que expandieran esa versión y llamada a los miembros de la ONU para que condenaran el ataque atribuyéndolo a ETA.
“Si el atentado era obra de ETA, podían ganar las elecciones, pero si era obra de los islamistas podían perderlas. Esa conclusión llevó a Aznar a comportarse así durante 48 horas: negándose a reunir al pacto antiterrorista y presionando a los medios para que adjudiquen a ETA la autoría de los atentados, ocultando información. Fue realmente criticable”, dice José María Calleja, redactor jefe de CNN.
Esa era la ecuación: Aznar había mostrado mano dura contra el terrorismo etarra y, por otro lado, apoyó la invasión de Iraq. Si era ETA había que arropar al Gobierno en su lucha y reelegirlo. Si eran los extremistas, era una consecuencia, un castigo, del apoyo de España a George W. Bush”.
El 22 de junio de 2005 la comisión parlamentaria del 11-M concluyó que el gobierno de Aznar manipuló la información después del 11-M por interés electoral. Roxana Cazco, Madrid
El testigo
Recibí una llamada desde la Moncloa, en la que aseguraban que el responsable de los atentados era ETA y nadie más. Pero pensé ¿cómo es posible que si todavía no hay ninguna prueba, el Gobierno esté llamando a corresponsales para decir quién ha sido el autor de los atentados?
El gobierno de Aznar presionó a los
corresponsales
Henk Boom
Periodista holandés que trabaja en España Yo dudé enseguida. Porque parece bastante raro cuando recibes una llamada de un Gobierno para decir lo que tienes que escribir. A partir de ese momento me sentí presionado, lo cual es raro para una democracia.
Después de haber viajado por toda Latinoamérica y de haber sido testigo de tres golpes de Estado en Sudamérica, por primera vez me sentí presionado.
Después escribí unas crónicas para mis periódicos de Holanda y Bélgica diciendo que el gobierno de Aznar estaba presionando a los corresponsales extranjeros en Madrid.
OTRO HECHO
Plantón de la prensa española a José María Aznar por Iraq. El 9 de abril de 2003, representantes de los medios españoles dieron la espalda al entonces Jefe del Gobierno español por su apoyo a la guerra de Iraq que se cobró la vida de los periodistas Julio Anguita Parrado y José Couso.
José María Aznar (1996-2004) declaró en 2003 en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que en Iraq existían armas de destrucción masiva y apoyó la invasión de ese país decidida por el presidente de EE.UU., George W. Bush.
‘La oposición y algunos medios fabricaron una gran mentira’
José María Aznar, ex presidente gob. España
Así se expresó José María Aznar en su comparecencia ante la comisión de investigación del 11-M, en noviembre de 2004. El ex Jefe del Gobierno español sostuvo que los ataques terroristas del 11 de marzo de 2004 fueron una conspiración de la que se sirvieron la oposiciòn y algunos medios de prensa, para influenciar en los resultados de la elección del 14 de marzo de ese año. La comisión concluyó que esa tesis no tuvo asidero.