Teherán, AFP
El régimen iraní estrechó el cerco hoy sobre la oposición realizando varias detenciones un día después de una de las jornadas más violentas desde la polémica reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad en junio, cuyo balance aumentó a al menos ocho muertos.
La cadena en inglés de la televisión estatal Press-TV indicó que ocho personas murieron en las manifestaciones del domingo en Irán, citando al Consejo Supremo de la Seguridad Nacional (SNSC).
No obstante, el balance seguía siendo incierto. La oposición daba cuenta de al menos cinco víctimas en la capital, cuatro de ellas a balazos. Las autoridades y la prensa oficial informaron primero de cuatro, luego de cinco e incluso de quince muertos, con explicaciones contradictorias por momentos.
Esta movilización de la oposición contra el presidente Mahmud Ahmadinejad fue a la vez la más multitudinaria y la más sangrienta desde las grandes manifestaciones celebradas tras su cuestionada reelección de junio, en las que murieron 36 personas según el Gobierno y 72 según la oposición.
Esta nueva ola de protestas llevó a varias personalidades próximas al poder a pedir más represión contra la oposición.
Según el portal internet de los parlamentarios de oposición Parlemannews.ir, cinco dirigentes opositores fueron detenidos.
En la madrugada del lunes, la policía detuvo a Morteza Haji, ex ministro y director general de la fundación Baran del ex presidente reformista Mohamed Jatami, y a su asistente Hassan Rasuli, según el portal.
Los servicios de seguridad también detuvieron a tres de los principales consejeros -Ali Reza Beheshti, Ghorban Behzadian-Nejad y Mohammed Bagherian- del ex primer ministro Mir Hossein Musavi, según la misma fuente.
“Llegó el momento de poner a disposición de la justicia a los jefes del movimiento hipócrita y de la conspiración, sobre todo a Musavi”, declaró el jefe de la comisión de justicia del parlamento, el hoyatoleslam Ali Shahrokhi citado por la agencia IRNA.
Hossein Musavi, ex primer ministro del imán Jomeini y rival de Ahmadinejad en la presidencial de junio, es otro de los grandes líderes de la oposición que se ha convertido en el enemigo número uno del poder.
Uno de sus sobrinos murió a balazos durante las manifestaciones del domingo.
El ayatolá conservador Ahmed Jatami, imán de la oración del viernes en Teherán, llamó también a la justicia a “dejar de dar muestras de tolerancia con los jefes de la conspiración”. “El movimiento de revuelta está pagado por Estados Unidos y Gran Bretaña”, afirmó.
Por otra parte, el ex ministro de Relaciones Exteriores iraní Ibrahim Yazdi, jefe del Movimiento de Liberación de Irán (MLI, oposición liberal), fue detenido en su domicilio por los servicios de seguridad en la noche del domingo, indicó el portal internet de la oposición Rahezabz.
Del lado de la oposición, sólo el ex presidente del parlamento Mehdi Karubi denunció un poder que “envía a un grupo de salvajes para reprimir a la gente”.
“El empecinamiento y el irrespeto de la ley y de los derechos de la gente en los últimos siete meses tuvo por consecuencia que la nación pague un duro tributo”, agrego Karubi, citado por el sitio Rahesabz.