El invierno afecta a más de 300 familias en todo el Ecuador

En la provincia de Esmeraldas el desbordamiento del río Esmeraldas afectó a cerca de 200 familias. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

En la provincia de Esmeraldas el desbordamiento del río Esmeraldas afectó a cerca de 200 familias. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

En la provincia de Esmeraldas el desbordamiento del río Esmeraldas afectó a cerca de 200 familias. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Hasta ayer, 21 de marzo del 2015 se registraron diez personas fallecidas a causa de las fuertes lluvias que se registraron en todo el país. En provincias como Esmeraldas, Imbabura, Orellana, Los Ríos, El Oro, Bolívar, Santo Domingo de los Tsáchilas, Napo y Pichincha se registraron daños leves y graves.

Los casos más severos se encontraron en cinco provincias:

En Santo Domingo y Pichincha (vía Alóag)

Las familias afectadas por el invierno en Santo Domingo de los Tsáchilas no tuvieron un buen día en los albergues provisionales a los que fueron llevados tras ser evacuados la noche del viernes. Ayer (sábado, 21 de marzo de 2015) en la mañana se quejaron porque la comida no llegaba. A las 09:30 un vehículo del Patronato Municipal ingresó al coliseo Tsáchila con los alimentos.

A las personas albergadas se les entregó frutas, yogurt, leche, agua… La presidenta del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) y Gobernadora, Doris Merino, dijo que estos desfases se corrigieron y pidió disculpas a las familias damnificadas. Ellos fueron evacuados de la parroquia Alluriquín, en la vía Alóag- Santo Domingo, donde el pasado jueves hubo un derrumbe que desprendió 10 000 metros cúbicos de tierra. Merino también aseguró que se dio trámite al caso de una mujer de 83 años que requería ser intervenida quirúrgicamente en una de sus piernas.

La evacuación de los habitantes de esta parroquia se dio por los riesgos que existen en los cerros circundantes. Uno de esos se desprendió el viernes anterior y ocasionó un derrumbe que destruyó varias viviendas. El COE reportó que 297 personas fueron evacuadas. También se informó que hasta ayer se contabilizaban dos personas fallecidas y un desaparecido. Este último es un trabajador de una empresa privada que habría sido alcanzado por la creciente del río Lelia.

Según sus cálculos, entre viernes y sábado cayeron 30 000 metros cúbicos de tierra en los caminos y debido a eso las labores para retirarla tomarían una semana más.


En Bolívar

“Quise sostenerla para salvarla, pero no avance”, relató Juan Alcívar esposo de Carmen Quinatoa, quien desapareció tras una fuerte inundación en la parroquia San José del Tambo, en el cantón Chillanes. El hombre fue rescatado luego de seis horas después por los personal de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, que descendióa través de escaleras desde y con la ayuda de tres helicópteros.

Cerca del sitio hallaron también a Jofre, quien se encontraba solo entre los escombros de su casa. El niño se refugió bajo una lámina de zinc y unos maderos. Los médicos del Ministerio de Salud confirmaron que no se encontraba herido y que recibirá atención psicológica para superar la experiencia traumática.

Él no es el único que requerirá este tipo de atención. Las 162 personas que integran las 42 familias damnificadas en El Tambo temen que las lluvias sigan y ocasionesn otra tragedia.

Hay dos personas que siguen desaparecidas. Sus familiares están desesperados y dispuestos a buscar por su propia cuenta. “Nos dicen que esperemos y no podemos hacerlo. Lo más importante para nosotros es saber qué pasó con mi hermana, por eso mi familia y yo decidimos buscar en el río”, contó Juan Quinotoa, hermano de una de las desaparecidas. Ellos recibieron ayuda humanitaria que entregó el Ministerio de Inclusión Económica y Social.

Los Ríos

En el sector del Palmar Pedro Jiménez y otros cinco trabajadores de una hacienda de propiedad de Esteban Rodríguez, sacaban sacos de urea al hombro, y con el agua a la cintura hacia la carretera. “Desde el viernes empezó a subir el agua. Estamos tratando de salvar unos 70 sacos de fertilizante ya que el agua se metió a la bodega. De unas 100 gallinas que tenemos se han perdido por lo menos la mitad”, dijo Jiménez.
Junto a la casa de cemento de dos pisos existe maquinaria agrícola que está en una zona anegada y que también corre riesgo de averiarse.

Ismael Mena, uno de los moradores de esa zona agrícola, construía ayer una balsa de caña para poder movilizar a su familia desde su casa a la carretera, en un tramo de unos 50 metros. Desde un poco más adentro Leydi López gritaba por ayuda.

El agua ingresó a su casa de una planta color lila y no tienen trabajo.

La creciente del río San Pablo también afecta a la Estación Piscícola de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Técnica de Babahoyo, en la vía a Montalvo. El agua pasa por encima de su vía de acceso.

En el cantón Urdaneta, sector de la Poza de Navarrete de la parroquia Ricaurte, a David Chiriguayo limpia su terreno, junto a su hijo hasta que el embate del invierno pase.

Lo hace con machete en mano y con el agua a la cintura. “Aquí nos afecta el río Catarama y sobre todo el río Salampe que viene de la parte alta. Otros años ha entrado agua pero no tanto como ahora. De la cuadra que sembré queda apenas ese poquito de arroz”.

Ayer las condiciones climáticas se mostraban alentadoras en cantones riosenses como Babahoyo, Montalvo, Urdaneta, Ventanas. El sol pegó con intensidad durante todo el día con nubes blancas.

Esmeraldas

Un equipo técnico del Ministerio de Transportes y Obras Públicas trabajaba desde el viernes pasado en la apertura de una zanja para evacuar el agua. La Unidad de Gestión del Riesgos del Municipio de Quinindé realizó las evaluaciones en las zonas afectadas.

Mientras que en Esmeraldas, el desbordamiento del río Esmeraldas afectó a cerca de 200 familias en las islas Luis Vargas Torres, Roberto Luis Cervantes y Pianguapí.

Dos familias fueron evacuadas por personal del Municipio de Esmeraldas y llevadas a las casas de familias acogientes. El agua afectó a muebles, cocinas y refrigeradores.

Hasta la mañana del viernes último, el agua no había bajado en su totalidad. Los moradores sienten temor por el brote de enfermedades como el dengue y Chikungunya. De esta última se reportan más de 200 casos en Esmeraldas.

La subida de la marea, la madrugada del 21 de marzo alertó a los habitantes de la Isla Roberto Luis Cervantes, que están en vigilia por lo que puede ocurrir.

 

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