En el sector La Solita varios monos contrajeron una enfermedad. Los Ministerios de Salud y Ambiente investigan los decesos de 44 monos aulladores en Manabí. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO
Los moradores del sector La Solita, en Montecristi (Manabí), estaban acostumbrados al sonido que hacían los monos aulladores en los árboles. Pero desde hace alrededor de 15 días, los sonidos son más suaves.
Según Rolando Sánchez, vicepresidente de La Solita, se debe a que los monos han fallecido. El Ministerio de Ambiente confirmó que se han encontrado 44 cuerpos en los sectores de comunas La Solita, El Hugo, La Tembladera y los Pocitos, ubicadas entre Manta y Montecristi. “Los escuchábamos todo el tiempo. De repente empezamos a escucharlos menos y luego empezamos a encontrar sus cuerpos”.
En La Solita se observan pocos monos en los árboles. “Están desganados. Solo suben a los árboles cuando nos escuchan y piensan que les haremos daño”, señaló el agricultor Marco Zambrano. En ese sector hay una población de alrededor de 200 monos, pero en toda la reserva Pacohe hay 600.
Por el momento la actividad turística dentro de remanente fue suspendida temporalmente hasta averiguar el porqué los monos aulladores están enfermando y falleciendo. Para eso, se realizan estudios sangre y tejido de los animales fallecidos.
Según Lucía Luge, veterinaria del Ministerio del Ambiente, los exámenes servirán para confirmar o descartar las muertes por fiebre amarilla, leptospira, zika, dengue y chikungunya. También se analiza la posibilidad de que los monos hayan sido contagiados de enfermedades propias de su especie o que su muerte haya sido provocada por otros factores.
Mientras se conocen los resultados, el Ministerio del Ambiente trabaja en un plan emergente en la zona afectada. Desde mañana se montarán carpas de atención veterinaria y los especialistas realizarán monitoreo de campo para rescatar a animales enfermos y sanos que serán sometidos a monitoreo y evaluación. “En el caso de que se hallen monos enfermos se observará su sintomatología y se proporcionarán tratamientos paleativos, encaminados a los síntomas que van apareciendo hasta tener la certeza de a qué nos enfrentamos”, dijo Luge.
En un comunicado de prensa de MAE se aseguró que los primeros análisis ya están siendo procesados por laboratorios del Ecuador, pero también se han enviado muestras al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta. Pero se necesitan al menos tres resultados para confirmar una enfermedad.
Sin embargo, en los sectores poblados cercanos a la reserva se realizó una campaña de vacunación contra la fiebre amarilla. “Estamos usando ropa cubierta, especialmente los niños, para evitar que nos piquen zancudos”, señaló Sánchez. El MAE aseguró que se busca investigar enfermedades como
Se tiene previsto que desde el 17 de febrero se realice un monitoreo en la reserva para encontrar monos enfermos y poder darles un tratamiento a tiempo.