Este 1 de marzo del 2016 se cumplió 20 años de la misteriosa desaparición de Ivonne Cazar Ramírez, en la capital azuaya, en el sur del Ecuador. Su caso vuelve a ser noticia porque la Fiscalía de Azuay reabre la investigación.
La Fiscalía de Guayas remitió a su similar de Azuay información relevante para la investigación de la desaparición de la mujer.
Ivonne Cazar, oriunda de Riobamba, desapareció la madrugada del 1 de marzo de 1996, cuando tenía 23 años y estudiaba Derecho en la Universidad del Azuay. Según los archivos de prensa, en la víspera participó de la clausura de un curso sobre Derecho, en la Cámara de Industrias.
Ella fue vista por última a pocos pasos del departamento que rentaba en las calles Pedro Sodiro y Nicanor Merchán, en el centro norte de la ciudad. Un amigo la trajo hasta ese lugar en su carro. Ivonne Cazar llegó a Cuenca en octubre de 1990 para seguir sus estudios universitarios.
Vivía con una de sus hermanas, quien la mañana del 1 de marzo recibió la cartera y el abrigo de Ivonne, por parte de una vecina quien, supuestamente, encontró esos objetos afuera de la casa. Días después la familia denunció su desaparición. Las investigaciones siguieron su curso, pero nunca se tuvo rastros de ella.
Dentro del proceso judicial de varios cuerpos hubo decenas de personas investigadas, entre ellos compañeros universitarios, policías, amigos, conocidos, docentes…, pero no se encontró a los culpables.
De acuerdo con un documento publicado por el ministro José Serrano, el 22 de febrero del 2016 el fiscal del Guayas, Paúl Ponce, remitió un oficio a su colega de Azuay, Lizandro Martínez, donde le informó que en una audiencia de juzgamiento contra Guillermo, por delitos sexuales, se conocieron datos sobre la desaparición de la universitaria Ivonne Cazar.
Esta persona fue una de las investigadas dentro del caso Cazar. Martínez confirmó que tras recibir el documento abrió una indagación y designó a un Fiscal específico para este caso. “Voy a coordinar con el Director del Consejo de la Judicatura para que se remita el proceso que se abrió en esa época, porque cuando se investigó esta desaparición en Cuenca era un proceso penal diferente”.
Martínez explicó que esta etapa de investigación puede durar hasta dos años y eso les va a permitir recoger los elementos de convicción para atar a las versiones emitidas por los testigos, dentro del último caso seguido contra Guillermo, que se cumplió en el Undécimo Tribunal de Garantías Penales. Según Martínez, a partir de esos elementos empieza la nueva investigación por el caso Cazar.