Algunas familias quedaron atrapadas en sus viviendas. Pese a que son altas, el agua alcanzó sus bases y las inundó. Foto tomada de Facebook de Jairo Santi.
La inundación que sufrió Cuenca el fin de semana fue mucho mayor a la que se tuvo en el 2012. En ese año, la capital azuaya sufrió el peor estrago de los últimos 40 años.
El desbordamiento de los ríos provocó lamás grave emergencia en lo que va del año. Se prevé que las lluvias seguirán, por lo que la amenaza de los cuatro ríos seguirá latente.
El balance preliminar es ocho viviendas afectadas (dos graves), cuatro puentes destruidos, 60 kilómetros de vías dañadas y 15 árboles derribados.
El agua entró a la casa de adobe de Adela Albarracín, de 52 años, en el centro de Sayausí, la parroquia más afectada. La lluvia intensa del sábado la obligó a salir con sus cuatro hijos, por seguridad. Se refugiaron en casa de un vecino. El domingo retornaron a la suya, para limpiar.
Ayer, trabajadores de Obras Públicas del Municipio y de las empresas de Aseo y de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado limpiaban las calles, quebradas y canales.
El sábado, la intensa lluvia hizo que el caudal del río Tomebamba alcanzara los 175 metros cúbicos por segundo y se desbordara. En el 2012, el caudal alcanzó los 158 metros.
La Central de Emergencias del ECU-911 hace un monitoreo permanente de los ríos y pide a la gente no acercarse a sus orillas, para evitar accidentes. El Comité de Operaciones de Emergencia de Azuay mantiene la alerta naranja y se reúne con jefes de organismos de socorro para canalizar ayuda.
Ayer, Obras Públicas del Municipio levantaba muros con rocas en las zonas bajas del río, señaló su director Guillermo Argudo. Se construyó un enrocado en el sector de El Paraíso, frente al Hospital Regional Vicente Corral Moscoso y se hace otro en Puertas del Sol.
Para ingresar a la comunidad amazónica de Sarayaku, en Pastaza, solo hay dos opciones. La una implica un viaje de entre cuatro y seis horas en canoa a motor por el río Bobonaza y la otra es por aire. Desde el aeropuerto de Shell, el vuelo se tarda 20 minutos hasta la pista.
Sin embargo, desde el viernes el pueblo está incomunicado. Las fuertes lluvias causaron la crecida del río y la inundación de la pista y sus alrededores. Cerca de 100 chacras y 33 casas resultaron afectadas, según el dirigente José Gualinga.
Emiliano Huancavilca, profesor de inglés de la comunidad, contó en su página de Facebook que una persona debió ser rescatada por el Aeropolicial. El reporte del ECU911 señala que se trata de Neptalí Cisneros Malaver, quien tenía una herida a la altura de la rodilla, por lo que fue trasladado al Hospital Regional de Puyo, para recibir atención.
La pista Sarayaku y la Unidad Educativa aún están cubiertas de agua. Los pobladores fueron evacuados hacia la plaza cívica, que está en una zona más alta. Según Gerardo Gualinga, jefe del grupo de seguridad Wio, para trasladar a los comuneros, especialmente a los niños, se utilizaron cuatro barcas.
Teresa Mama, Canelos, Molino y otros poblados fueron afectados. En la comunidad Killu Kaspi, en el río Arajuno, fueron evacuadas 26 personas en el coliseo 20 de Marzo, por la gravedad de la inundación.
El presidente de gobierno de Sarayaku, Félix Santi, tiene previsto hoy una reunión en Quito, para canalizar la ayuda gubernamental. Mientras tanto en Quito, Guayaquil y Puyo se recolectan alimentos, colchones, mantas, sábanas, toallas, ropa, cuadernos, medicinas, pañales, velas, agua embotellada… para ayudar a los damnificados.