Empiezan a instalar en Corea del Sur escudo antimisiles THAAD entre protestas

Tanques K-9 y K-55 del Ejército de Corea del Sur permanecen posicionados en la ciudad fronteriza de Paju, al norte de Seúl (Corea del Sur). También se confirmó la instalación del escudo antimisiles THAAD en la localidad de Seongju (centro).Foto: Jeon Heon

Tanques K-9 y K-55 del Ejército de Corea del Sur permanecen posicionados en la ciudad fronteriza de Paju, al norte de Seúl (Corea del Sur). También se confirmó la instalación del escudo antimisiles THAAD en la localidad de Seongju (centro).Foto: Jeon Heon

Tanques K-9 y K-55 del Ejército de Corea del Sur permanecen posicionados en la ciudad fronteriza de Paju, al norte de Seúl (Corea del Sur). También se confirmó la instalación del escudo antimisiles THAAD en la localidad de Seongju (centro).Foto: Jeon Heon-Kyun/ EFE

Tropas estadounidenses han comenzado la instalación del escudo antimisiles THAAD en Corea del Sur entre protestas de la población local, que se opone al despliegue de este sistema pensado para interceptar proyectiles norcoreanos.

Aunque las Fuerzas Estadounidenses en Corea (USFK) no han anunciado ni emitido comunicación alguna sobre la operación, un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano confirmó a Efe que la instalación ha comenzado cerca de la localidad de Seongju (centro).

Varios camiones descargaron de madrugada en la zona que se ha habilitado para acoger el Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) diferentes equipos que integrarán el escudo, dijo el portavoz.

Diseñado para derribar misiles a gran altura, una batería del THAAD incluye seis lanzaderas autopropulsadas (cada una con unos 50 misiles interceptores) y una unidad de control de lanzamiento y comunicaciones conectada a un potente sistema de radar de largo alcance de banda X.

Varios centenares de ciudadanos de la comarca protestaron a las puertas del recinto y tuvieron que ser contenidos por un dispositivo policial que permitió finalmente la entrada de los camiones, según informó la agencia de noticias Yonhap.

Muchos de los habitantes de Seongju, región agrícola famosa por el cultivo de melones, se muestran preocupados por la posibilidad de que su comarca se convierta en objetivo de ataques norcoreanos y también por los efectos que los potentes radares del THAAD tengan sobre su salud y sus sembrados.

Otros creen que la instalación debería retrasarse hasta después de las elecciones presidenciales del próximo 9 de mayo, puesto que algunos candidatos, incluido el favorito, el liberal Moon Jae-in, sugieren que la decisión de desplegarlo sea revisada por el Ejecutivo que salga de estos comicios.

Ante los repetidos ensayos de misiles de Corea del Norte, EE.UU. y el Gobierno de la destituida presidenta surcoreana Park Geun-hye acordaron instalar el THAAD en julio de 2016.
La decisión ha levantado ampollas en Pekín, ya que el Gobierno chino considera que los radares del sistema pueden usarse para espiar sus instalaciones militares.
Desde entonces, empresas y determinados sectores de la economía surcoreana han sufrido un boicot encubierto de China como represalia al despliegue del THAAD. 

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