Dos personas perdieron la vida y otras dos resultaron heridas, tras el desplome de una vivienda en San Roque, registrado la noche del 29 de mayo del 2020. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Tras el colapso de una vivienda ubicada en la calle Rocafuerte, en el barrio de San Roque, el jefe de Seguridad de la Administración Manuela Sáenz, Fabio Vélez, solicitó al COE Metropolitano que se realice una inspección conjunta entre la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) y la de Agua de Quito (Epmaps).
Durante la mañana de este sábado 30 de mayo del 2020, vecinos del sector pasaban por ese punto de la calle Rocafuerte, observando los restos de la estructura a varios metros de distancia de las vallas de seguridad que se colocaron.
Rodrigo Salazar, quien vive en esa calle del Centro Histórico desde hace 40 años, señaló que tras finalizar los trabajos de rescate, los Bomberos indicaron a los moradores del sector que no se acerquen a la propiedad por su seguridad.
Al dueño de esa vivienda –recuerda Salazar– le llamaban ‘Don Burbano’. “Ellos vendieron la casa al Municipio y desde ahí ha estado botada”.
En el lugar, explicó el jefe de seguridad de esa zona, se requiere analizar el estado de la calle, ya que en ella se está produciendo un hundimiento. Por eso colocaron señalética para restringir el paso o parqueo de camiones. Vélez calcula que la estructura original tiene una antigüedad de entre 70 y 80 años.
Durante la emergencia sanitaria –comentó– se sacó por dos ocasiones a las personas que permanecían en el predio municipal, en el marco de operativos de control realizados durante el toque de queda. Dos de ellos fallecieron cuando la casa colapsó.
Las inspecciones, detalló Vélez, tomarán entre una semana y 15 días. “La Epmmop tiene que hacer una valoración para ver desde cuándo entra a trabajar. Como es un predio municipal eso pertenece a Bienes Inmuebles, entonces ellos tienen que esperar que terminen de mover todo y hacer nuevamente un cerramiento”.
El colapso de la vivienda se produjo la noche del jueves 28 de mayo del 2020 y al mediodía del viernes 29, miembros del Cuerpo de Bomberos recuperaron el último cadáver entre los escombros. Este permaneció por cerca de 14 horas ahí.
Después del rescate de la última persona fallecida se derrocó la parte delantera derecha de la casa. Vélez señaló que las personas que allí vivían habían roto el muro para ingresar.
Se trataba de una familia de cinco integrantes, a la que los vecinos del sector conocían. Vélez indicó que una abuela y su nieto salieron ilesos al inicio del incidente. Una de las personas fallecidas fue una joven de 16 años, de la misma familia.
Una casa, cuyo patio se encuentra junto al predio colapsado, no corre riesgo, aseguró el jefe de Seguridad del sector. En ella viven alrededor de 15 personas.
Vélez señaló que se trabajará en el derrocamiento de una pared que se encuentra en la parte posterior de la vivienda. Este trabajo –explicó– debe realizarse a mano y técnicamente, ya que es de una altura considerable y no se puede hacer con maquinaria.