Los inmigrantes son los más afectados por el desempleo en España

Madrid, AFP

Los inmigrantes siguen siendo uno de los sectores más afectados por el desempleo en España, que se incrementó en los últimos meses en plena recesión, y muchos de ellos, como la ecuatoriana Alexandra, se han visto obligados a buscar ayuda para alimentar a sus familias.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció hoy un desempleo del 18,83% en el cuarto trimestre de 2009, en alza de nueve décimas frente al trimestre precedente. Antes de que España entrara en recesión, a mediados de 2008, ese índice estaba por debajo del 8%.

En el sector de los trabajadores extranjeros, la tasa se eleva al 29,70%, once puntos porcentuales por encima de la media española y 2,19 puntos más  (69 600 personas) que en el tercer trimestre, cuando la desocupación parecía contenida en un 27,5%, ya que entonces había bajado casi medio punto.

Y ello en un país donde el 12% de sus 46 millones de habitantes son inmigrantes, es decir, unas 5,5 millones de personas, llegadas mayoritariamente en los últimos 15 años.

Aunque Gobierno español detectó un freno en las llegadas de inmigrantes en 2009 y esperaba una ralentización en el número de los desempleados extranjeros, las cifras de este viernes demuestran lo contrario.

En los últimos meses muchos han seguido perdiendo trabajos y su precaria situación les ha llevado a acudir a recursos como el comedor para inmigrantes en situación vulnerable del gobierno regional de Madrid.

“No tengo mucho trabajo”, “estoy endeudada” y “no me llega para la comida”, explica Alexandra, de 39 años, madre de tres hijos estudiantes, quien desde hace diez días acude a este comedor a recoger el almuerzo diario.

Esta ecuatoriana perdió la mitad de sus ingresos como limpiadora hace unos meses, cuando el padre de la familia que le empleaba perdió su trabajo y la despidió a su vez a ella.

El comedor “es una buena ayuda”, ya que  “en lo que más se gasta es en la comida” , explica Alexandra, cuyos ingresos se redujeron de 1 100 euros (1 535 dólares) a 420 (586 dólares) , con los que debe pagar la hipoteca de una casa.

Como ella, muchos inmigrantes, sobre todo latinoamericanos, han engrosado la fila de personas que acuden a este comedor con carritos y “tupperware” a recoger un almuerzo diario para toda la familia.

“Hemos pasado de dar 400 a 500 comidas en el último año”, explica Pedro Calvo, responsable del comedor, que está “a tope” desde que hace un año, en enero de 2009, empezó a aumentar el número de acogidos.

“Últimamente los que más están viniendo son familias que en su día estuvieron aquí, hace unos tres o cinco años, y que están volviendo ahora a este recurso”, detalla.

Son “padres con hijos, sobre todo hispanoamericanos” en situación vulnerable, desempleados o con trabajos parciales que les reportan sueldos insuficientes para mantener a una familia. A ellos se unen varones jóvenes subsharianos refugiados e inmigrados.

El boliviano Ángel Salinas, de 46 años, lleva siete meses sin trabajar y dice verse “obligado” a acudir al comedor “por su hija” pequeña. “ Mi mujer tiene documentos, pero ni con ellos encuentra trabajo”, lamenta este conductor, que de momento no se plantea regresar a su país porque “sería un fracaso muy grande volver sin nada”.

Como él, el ecuatoriano Miguel Ángel Rodríguez, que llega con su hija de 2 años, lleva tres meses sin trabajar porque su empresa cerró, y su compatriota Elizabeth, de 19, viene con su bebé de un mes a recoger la comida para cinco personas mientras su madre trabaja por 800 euros al mes y sus dos hermanos estudian.

El número de demandas de asistencia social recibidas por Cáritas aumentó un 40% de 2007 a 2008 y siguió aumentando en la primera mitad de 2009 “por efecto principalmente del desempleo”.

Esta organización social de la Iglesia católica destaca que aumentaron los inmigrantes en riesgo de perder el permiso de trabajo por no tener empleo, mientras el programa gubernamental de retorno voluntario “no está siendo efectivo”, y que quienes regresan lo están haciendo al margen de éste.

 

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