Al menos 400 inmigrantes habrían muerto en un naufragio en el Mediterráneo

Cerca de 400 inmigrantes se encuentran desaparecidos en el mar Mediterráneo después de que la embarcación en la que navegaban con rumbo a Italia naufragara, según el testimonio de los 150 supervivientes trasladados por la Guardia Costera a la región de Calabria.

La organización Save the Children Italia informó sobre la desaparición en un comunicado en el que afirmó que entre las víctimas habría "muchos jóvenes, probablemente menores".

La embarcación supuestamente se hundió 24 horas después de partir desde Libia.

La Guardia Costera italiana ha rescatado desde el pasado viernes a unos 8 500 inmigrantes que intentaban llegar por mar a las costas de Europa, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que reclama una mayor vigilancia en el Mediterráneo para evitar nuevas tragedias.

Dos embarcaciones con 178 migrantes a bordo que viajaban desde Libia y que trataban de llegar de forma irregular al isla italiana de Lampedusa fueron rescatados el lunes en Túnez por los guardacostas y la marina, constató un corresponsal de AFP.

Los navíos, que transportaban respectivamente 84 y 94 personas, se averiaron cuando navegaban frente a la costa sureste de Túnez y fueron evacuados hasta el puerto tunecino de Zarzis, donde fueron instalados provisionalmente en un cobertizo.

Los náufragos son originarios, principalmente, de Somalia, Ghana, Gambia, Sudan y Níger, según el doctor Riyadh Belhaj, de la Cruz Roja de Zarzis, que se hizo cargo de los rescatados y que aseguró que todos los pasajeros habían sobrevivido al naufragio.

Los migrantes pudieron lanzar una señal de socorro que activó una operación de salvamento en la que participaron la marina tunecina y los guardacostas, así como navíos de pesca tunecinos.

Los guardacostas italianos también anunciaron el lunes que repescaron nueve cuerpos tras el naufragio de un barco con decenas de emigrantes a la altura de Libia. Pudieron ser salvadas 144 personas.

De los más de 218 000 migrantes que intentaron atravesar el Mediterráneo en 2014, al menos 3 500 perdieron la vida, haciendo de este trayecto “la ruta más mortífera del mundo”, según el ACNUR.

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