Redacción Quito
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El movimiento de pasajeros en las terminales terrestres y en el aeropuerto aumentó ayer. Los viajeros empezaron a desplazarse a las distintas provincias del país por el feriado de Navidad.
Lisseth Rogel y Andrea Aguas aprovecharon los días libres para viajar hacia Ibarra. Las jóvenes aguardaban ayer en el andén de embarque de la terminal de Carcelén, en el norte.
“Vamos a pasar la Navidad en familia y retornaremos en Año Nuevo”.
En las estaciones
Los vendedores de la terminal de Carcelén, en el norte, todavía tienen problemas en los puestos de la estación. Se quejan por la falta de espacio para vender sus productos.
En la terminal de Quitumbe, en el sur, los vendedores protestan porque los usuarios no ingresan hasta la plaza comercial construida en el lugar. Algunos locales comerciales permanecen vacíos o están cerrados. Piden adecuaciones a la nueva estación de buses que fue habilitada este año.
La Policía Metropolitana controlaba ayer la seguridad en las estaciones de buses.
La afluencia de pasajeros fue escasa hasta antes del mediodía. Para Cecilia Masapanta, quien estaba a cargo de la venta de boletos de la cooperativa Turismo, el trajín de turistas fue menor que el año pasado. Los problemas económicos y la lejanía de la terminal serían -según Masapanta- los problemas que tienen los pasajero para viajar.
En eso coincidió Ángel Gallardo, quien viajó hacia Tulcán. Mientras compraba un tique en las boleterías de la terminal, comentó que gastó USD 5 en un taxi desde el aeropuerto. “La terminal está lejos y no hay las facilidades para los pasajeros”.
En este lugar todavía no se concluyen las obras de las boleterías, por lo que los usuarios deben adquirir sus pasajes en las salas de encomiendas. Tampoco existe una sala de espera para los usuarios de la estación. Solo hay una hilera de sillas en los andenes de embarque de la estación.
Esto incomodó a Julio Tipan- luisa. Él viajaba hacia Ibarra y tenía dos cartones llenos con fundas de caramelos para repartirlos a sus familiares. Tuvo que esperar de pie por más de 20 minutos hasta que la unidad 15 de la cooperativa Tax Gacela saliera de la terminal.
Marco Vallejo, conductor de ese bus, señaló que esperaba que la afluencia de pasajeros aumente hasta la noche de ayer. “Los usuarios prefieren viajar en la noche, porque algunas personas todavía no salen a vacaciones”.
Sandra Yuballe, quien atiende una boletería en la terminal de Quitumbe, en el sur, coincide con Vallejo. Ella trabaja en la cooperativa San Cristóbal y tenía cinco buses reservados para que partan la noche de ayer. “La gente prefiere viajar en la noche para disfrutar de más días de feriado. Los buses van llenos”.
Las unidades de transporte de la cooperativa Trans Esmeraldas también estaban copadas. Alexandra Cerezo, quien atendía la boletería, dijo que los 13 buses que viajaban a Esmeraldas fueron a su máxima capacidad (42 personas). También hubo dos buses hacia Guayaquil.
Los paquetes navideños, los regalos y las maletas llenaban la sala de espera en Quitumbe. Iván Mazón también tenía algunos regalos que llevaría hacia Quevedo. Él viajó ayer con su hermana, tres sobrinos y su hijo para disfrutar del feriado en familia.
En los andenes de salida también se incrementó el movimiento de pasajeros que buscaban las unidades para viajar. Uno de ellos fue Richard González, quien retornó a su natal Chone. “Voy a disfrutar de estos días de descanso con mi familia. La Navidad es la mejor época del año para pasar en la casa”.
Pero la aglomeración de gente también se evidenció en el arribo nacional del aeropuerto Mariscal Sucre. Globos de colores, gorros navideños y flores eran los artículos con los que recibían los familiares a los viajeros.
Blanca Teneda esperaba a su hijo Iván Llangari, quien arribó en un vuelo de Aerogal. “Estoy feliz por su llegada”. Gustavo Paz también esperaba la llegada de su esposa desde Guayaquil. Lo acompañaron su dos pequeñas hijas. “La Navidad es para pasarla en familia”.