El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) anunció que en este mes se registró la inflación mensual más baja en lo que va del año, tendencia que, según las autoridades del organismo, se debe a la producción agrícola en este mes y no corresponde a un periodo de deflación, porque “los precios se están recuperando a escala internacional”.
Hay distintas visiones sobre el verdadero impacto de esas cifras: si bien los voceros del INEC aseguran que el incremento de precios fue menor en este mes debido a que están funcionando con éxito las iniciativas gubernamentales para controlar los precios, es importante advertir que puede cernirse un peligro sobre la oferta futura por la falta de incentivos a la producción.
Efectivamente, detrás de la reducción de precios es posible que exista una caída del circulante y consideran que la reducción de precios no está relacionada con una mejora en la producción, sino con un descenso de la demanda y con el desempleo.
En construcción, por ejemplo, la inflación ha llegado a 15,78% (hasta junio) y al sector le ha tocado presionar para que el Gobierno ajuste los contratos con las constructoras que ejecutan el plan de reconstrucción vial.
Sin embargo, no todos han podido reaccionar igual. Voceros de las cámaras de comercio reportan menor demanda en sus negocios y atribuyen el problema a la disminución del poder adquisitivo de la población
Más allá de las estadísticas, la realidad cotidiana muestra una tendencia a que las familias destinen más recursos a la compra de los alimentos y menos a otros rubros. Eso afecta a la economía y, por ende, a las fuentes de empleo, sobre las cuales el Gobierno deberá poner especial atención.