Indígenas usaron las sillas, mesas y el piso de la Secretaría de la Política para pernoctar

Un grupo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Confeniae), que apoya a Marlon Vargas como su máximo dirigente, se tomó las instalaciones de la Secretaría, que funciona en la calle Venezuela, entre Espejo y Sucre el 21 de agosto del

Un grupo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Confeniae), que apoya a Marlon Vargas como su máximo dirigente, se tomó las instalaciones de la Secretaría, que funciona en la calle Venezuela, entre Espejo y Sucre el 21 de agosto del

Un grupo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Confeniae), que apoya a Marlon Vargas como su máximo dirigente, se tomó las instalaciones de la Secretaría, que funciona en la calle Venezuela, entre Espejo y Sucre el 21 de agosto del 2017. Foto: Diego Puente / EL COMERCIO

Las mesas de las oficinas se convirtieron en camas. Los indígenas amazónicos las ocuparon para dormir, al igual que las sillas cercanas a las copiadoras y el piso del edificio principal de la Secretaría de Gestión de la Política, en el centro de Quito.

Todo el espacio libre sirvió como colchón. Las mochilas, en cambio, como duras almohadas.

Un grupo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Confeniae), que apoya a Marlon Vargas como su máximo dirigente, se tomó las instalaciones de la Secretaría, que funciona en la calle Venezuela, entre Espejo y Sucre.

Esta entidad es la encargada de articular el diálogo entre los diferentes niveles de Gobierno. La medida se dio luego de que las autoridades no cedieran a su pedido de reconocer a la directiva, durante la mañana del 21 de agosto del 2017.

La polémica se arrastra desde septiembre del 2015, cuando un congreso ordinario de la Confeniae eligió a Felipe Tsenkush como su representante. Ayer, el sector que lo apoya pidió que se respete esa elección. En cambio, el 26 de julio último, en un documento, el sector liderado por Vargas pidió reconocerlo como legítimo presidente de la Confeniae. Él señala que tiene apoyo de las bases y también de los dirigentes de la Conaie. En la carta desconoció a Felipe Tsenkush. Lo acusaron de dividir al movimiento indígena al alinearse con las posturas políticas del anterior Régimen.

Ayer, Vargas y unas 100 personas llegaron a las 09:00 para reunirse con la titular de la Secretaria, Paola Pabón. Comentaron que tenían un taller de trabajo previamente pactado. Sin embargo, la entidad estatal informó que no había dicha reunión. “De forma intempestiva y sin previo anuncio, un grupo de representantes de la Confeniae (se presentó) en las instalaciones de la Secretaría, para presionar una respuesta urgente a una demanda relativa al reconocimiento de sus autoridades”.

La jornada laboral en la Secretaría terminó a las 16:30. Secretarias, técnicos, oficinistas y otros burócratas dejaron el edificio. Bajaron por las gradas en medio de una calle de honor conformada por indígenas arutam, que sostenían lanzas en las manos.

Marlon Vargas señaló que la toma de las instalaciones era una medida pacífica. La Confeniae informó que iban a permanecer hasta ser atendidos por la máxima autoridad. Así lo han hecho. Los que se quedaron en la noche, unas 60 personas, durmieron con lo que tenían puesto. La mayoría vino en camiseta, camisa.

En la noche, el frío de la Sierra se impuso. Lo sortearon con un caldo de pollo caliente que se sirvió en tarrinas. Salía humo de esa sopa con papas cocinadas, cebolla, arroz y zanahoria. La mayoría de indígenas amazónicos comió en el interior de la sala de reuniones de la Secretaria. Otro grupo lo hizo en los pasillos del tercer piso de la entidad. Luego llegó el plato fuerte: pollo asado, acompañado de papas y menestra. Todo se compró en un restaurante cercano.

Unos 20 policías de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) custodiaron la Secretaría Nacional de Gestión de la Política. Foto: Diego Puente / EL COMERCIO

La exasambleísta Lourdes Tibán quiso visitar a sus compañeros en la noche. Traía consigo tres bolsas negras con cobijas. Quería entregarles el encargo personalmente, pero el cordón policial que se desplegó frente a la puerta no permitió su entrada. Unos 20 policías de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) custodiaron el recinto. El grupo de asambleístas de Pachakutik estaba en el interior y mostró su apoyo al pedido de Vargas.

Mauricio Gutiérrez, general de la Policía Nacional del Distrito Metropolitano de Quito, ingresó al predio para tratar de persuadir a los dirigentes para que se traslade a los niños y mujeres embarazadas a un albergue, donde se garantice su integridad por el frío de la noche. Pero prefirieron dormir junto a sus familiares.

La noche transcurrió entre las incomodidades de dormir en las oficinas y la llegada de los funcionarios de la Secretaría que trataban de que los indígenas depongan la medida. A las 24:00 se realizó el último intento. Los subsecretarios y asesores ofrecían una reunión con la titular de la cartera, Paola Pabón, para este martes 22 de agosto. El ofrecimiento se hizo oficial con una comunicación electrónica, en la que se ratificó la reunión para las 09:00.

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