Redacción Política
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‘Con firmeza, con firmeza…”. Ese fue el consejo que le dio el ex presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, a Delfín Tenesaca, quien ayer asumió la presidencia del Consejo de Gobierno de la Ecuarunari, filial de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
El teatro Demetrio Aguilera Malta, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, resultó estrecho para recibir a los 2 000 delegados que llegaron desde varias provincias para asistir a la posesión de la nueva dirigencia de la organización quichua más poderosa del país. Por esta razón, tuvieron que trasladarse hasta el Teatro Nacional.
La posesión del nuevo Consejo de Gobierno fue la oportunidad de los indígenas para mostrar una imagen unida frente al Gobierno. Desde hace varias semanas, las relaciones políticas entre el Régimen y la Conaie están en un punto muerto. “Es un mensaje de unidad, por ello hemos invitado a dirigentes y activistas de todas las organizaciones y movimientos de izquierda”, comentó el presidente saliente, Humberto Cholango.
A este llamado asistieron Acosta y los ex constituyentes de la misma tendencia, Pedro Morales y Mónica Chuji. También estuvieron los actuales asambleístas de Pachakutik y del MPD, así como alcaldes y prefectos pertenecientes a ambas organizaciones.
Luis Macas, Nina Pacari, Blanca Chancoso, Ricardo Ulcuango y otros dirigentes históricos de la Conaie también acompañaron a los nuevos cuadros de líderes
de las organizaciones indígenas.
Después de un ritual de invocación para que la naturaleza oriente los pasos de los nuevos dirigentes, se iniciaron los discursos. Por pedido de Humberto Cholango, Alberto Acosta -quien se encontraba sentado entre el público- tomó el micrófono e hizo la primera intervención. Su discurso fue para hacer un llamado a mantener la unidad entre las organizaciones sociales e indígenas.
También pidió defender la Constitución de Montecristi, “que no es solo de un Gobierno y que, al parecer, comienza a convertirse en una camisa de fuerza que empieza a incomodar, porque las transformaciones las tienen que hacer los pueblos y no solo los gobiernos de turno”.
Después hizo un llamado a todos los ecuatorianos a unirse en una lucha por la vida. “Las revoluciones no se hacen solo con unos cuantos gobernantes, sino con los pueblos. Las revoluciones no son producto de las dádivas de unos dos o tres gobernantes, sino de la organización y lucha de los pueblos”, dijo con firmeza. Sus declaraciones arrancaron aplausos.
A este discurso se sumó el de Cholango, quien deja esas funciones después de seis años. Él hizo referencia a la necesidad de que los movimientos “de la verdadera izquierda” se mantengan unidos en temas como la consolidación del Estado plurinacional, el acceso al agua, la lucha en contra de la minería a gran escala…
Temas como la reversión de la frecuencia a la radio shuar La Voz de Arutam, la oferta del Gobierno de conceder frecuencias de radio a organizaciones comunitarias, la ley de Comunicación, las declaraciones del presidente Rafael Correa en contra de los dirigentes indígenas, a quienes calificó de ‘ponchos dorados’, se citaron en las intervenciones.
“No permitiremos ni un insulto más en contra de los indígenas”, comentó Tenesaca, quien lucía un poncho rojo y el bastón de mando con la figura de Rumiñahui.
Para después de dos semanas está previsto que se reúna la Conaie. Su titular, Marlon Santi, no descartó la posibilidad de que las movilizaciones se adelanten, si se concreta el cierre de la radio shuar que, según el Consejo de Nacional Radio y Televisión (Conatel), incitó a la violencia durante el último paro indígena.
Desde su despacho, el ministro de Coordinación Política, Ricardo Patiño, restó importancia a las amenazas de movilizaciones de estos sectores. “Las bases de los movimientos indígenas y las organizaciones sociales están con la revolución ciudadana”, comentó.