Segunda independencia aún es un ideal

El primer discurso del presidente Rafael Correa para el 10 de agosto fue breve. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El primer discurso del presidente Rafael Correa para el 10 de agosto fue breve. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El primer discurso del presidente Rafael Correa para el 10 de agosto fue breve. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El primer discurso del presidente Rafael Correa en el día de la Independencia, en 2007, fue breve y enfocado en la integración regional.

Ahora, nueve años después ya no hay la tradicional intervención del Primer Mandatario. Los informes a la nación son el 24 de Mayo, desde la aprobación de la Constitución de Montecristi, en 2008.

Pero en los discursos presidenciales se ha mantenido la reivindicación de la llamada “segunda y definitiva independencia”.

Pabel Muñoz, titular del Instituto de Pensamiento Político de Alianza País, explica que los países latinoamericanos estuvieron sometidos a un coloniaje en términos económicos y culturales, marcado por las élites a escala mundial.

Señala al neoliberalismo como muestra de ello y la imposición de un modelo marcado por el ‘consenso de Washington’. Y en respuesta, la segunda independencia se inició en 2005, en Mar del Plata, con la Cumbre de las Américas y la ola de gobiernos progresistas en Argentina, Venezuela, Brasil, Uruguay, Ecuador, Bolivia.

Muñoz aclara que el objetivo era implementar un modelo de desarrollo nacional y popular y con una “profunda” integración latinoamericana. Por eso ha sido una de las banderas del socialismo del siglo XXI.

En el discurso del 2008 del Primer Mandatario de Ecuador, en el 10 de agosto, habló ya de sentar las bases para esta segunda independencia.

En ese sentido, hay avances. Un ejemplo es Unasur, que cuenta con una sede física y burocracia, según Andrés González, internacionalista de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Para él, esto demuestra un compromiso con ese ideal de integración. Pero advierte que con cada nuevo organismo subregional que se crea se resquebrajan otros. Por ejemplo, el Mercosur, que ahora mismo enfrenta un reto por quién debe asumir su presidencia.

En el 2009, en buena parte del discurso, el presidente Correa habló de romper “para siempre con los mandatos externos”. Llamó a la Unasur y a la Alba a esta tarea conjunta. Uno de los objetivos, que aún no termina de concretarse, era crear el Banco del Sur, como alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM).

Los países de Suramérica han dado pasos y Ecuador también, dice el excanciller José Ayala Lasso. Sobre todo cuando el precio del petróleo estuvo alto y había recursos a disposición. Pero la orientación ideológica hizo, para el exdiplomático, que Ecuador no aproveche esa bonanza económica. Los procesos de integración con tintes ideológicos “están condenados al fracaso”, y lo ejemplifica con un Alba casi inexistente y la crisis que atraviesa la Unasur.

Advierte que se han ido quedando sin líderes claves que sostengan esos procesos como Hugo Chávez, Luiz Inácio Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner.

El mismo Muñoz acepta que uno de los retos es retomar la integración regional, que ha sido “severamente golpeada en los dos últimos años”.

En las intervenciones del 2010, 2011 y 2012, el presidente Correa no volvió a mencionar el tema de la segunda independencia.
Aunque en otros espacios ajenos al 10 de agosto ha insistido en la apuesta por las relaciones bilaterales Sur-Sur, con nuevos lazos diplomáticos y comerciales en África, Medio Oriente y Asia.

Esta estrategia ha sido duramente criticada por la oposición. El hecho de dar la espalda a los organismos tradicionales y los países occidentales y ahora tener como un financista principal a China.
González apunta como positivo que el Gobierno haya sabido llevar una ruta consistente en ciertos aspectos, como la política internacional, “fuera de si es buena o mala, el eje sí cambió”. Aunque al final del día la deuda es eso, deuda, por lo que “el país sí sigue siendo dependiente de grandes potencias”.

Ayala Lasso añade que la retórica de distanciarse de las potencias tradicionales es demagógica y carente de sentido práctico. Da dos argumentos: “por haber pretendido ser soberanos ahora tenemos un Estado mendigante con la Unión Europea” y al tener un solo financista “tenemos dependencia con nuevo imperio, esta vez el de Beijing”.

Muñoz responde que esta crítica es más ideológica que real, ya que “si fuese

Estados Unidos no habría problema”, y ve a China como “un socio más”. Además dice que este proceso en Ecuador ha dado resultados: crecimiento económico, inversión pública, disminución de la pobreza.

El reto, apunta, ahora es defenderlo en las urnas. En las elecciones del 2017.

2007
Primer año. El primer discurso del presidente Rafael Correa para el 10 de agosto fue breve. Recordó la gesta por la Independencia y el compromiso de la Revolución Ciudadana con los ideales de la soberanía nacional.

2008
Constitución. El Mandatario rememoró los detalles históricos y centró su discurso en las FF.AA., sus logros, sus deberes y los cambios que proponía el Gobierno. También habló del referendo para aprobar otra Constitución.

2009
Angostura. El Primer Mandatario dedicó su intervención a su victoria electoral en primera vuelta, los ejes de Gobierno de la Revolución Ciudadana, la integración latinoamericana y el bombardeo de Angostura.

2010
Ambiente. El Jefe de Estado dio su Informe a la Nación, en la Asamblea. El eje fue ambiental, habló de la iniciativa Yasuní ITT , la explotación responsable de recursos estratégicos y criticó a quienes se oponían.

2011

Revuelta. Nuevamente fue un informe a la Nación. Los temas: la Ley de Comunicación que estaba pendiente, el poder de los medios de comunicación, la revuelta policial del 30 de septiembre y la nueva consulta popular.

2012
Informe. En este informe a la Nación el eje fue económico. Habló de la reducción de la pobreza, la reforma tributaria, el financiamiento del gasto público, cómo gobernar los mercados y la distribución del acervo social.

2013
Juicio. Este año el informe a la Nación se movió al 24 de mayo. No hubo discurso presidencial el 10 de agosto, pero sí coincidió con una sabatina en la que uno de los principales temas fue el ambiental, con el caso Chevron.

2014
Asamblea. Ese domingo el Mandatario no participó de los actos de celebración. Y precisamente ese día entró en vigencia el nuevo Código Integral Penal, que fue aprobado bajo críticas por la mayoría oficialista en el Legislativo.

2015
Paro. Ese lunes la marcha indígena por el Agua y la Vida, que salió desde El Pangui, en Zamora, llegaba a Latacunga, en Cotopaxi. El presidente Correa solo habló en la sabatina previa y la calificó como un fracaso.

2016
Informe. Este año, la contienda electoral da un tinte distinto a la independencia. El Mandatario no tiene previsto participar en ningún evento público. En su reemplazo estará el vicepresidente y posible candidato Jorge Glas.

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