Redacciones Quito, Guayaquil y Cuenca, Ansa
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que la semana próxima presentará una nueva política salarial en el país, en la que el incremento de la remuneración básica a USD 240 mensuales es solo una parte.
22 dólares será el margen de incremento salarial para la mayoría de trabajadores del país.El Gobierno decidió subir desde ayer, en USD 22 la remuneración general y unificar en ese monto los sueldos de los trabajadores que ganaban menos, como artesanos, empleadas domésticas y campesinos. De esta manera, el sueldo de las empleadas domésticas aumentó USD 40 ya que hasta el año pasado ganaban 200. Mientras el de los artesanos y campesinos subió en USD 55, pues estaba fijado en 185.
Según el analista económico, Marcelo Vázquez, este incremento salarial debe ser considerado desde dos puntos de vista. El primero es que no cumple con las expectativas de los trabajadores que aspiraban un aumento mayor para satisfacer las necesidades. Y, el segundo, es que es un aumento que tiene relación con las condiciones actuales de la economía que podrá ser absorbido sin inconvenientes por las empresas porque no representará un costo elevado. “Equiparar el sueldo básico de los sectores agrícola, artesanal, etc., es positivo”.
Sin embargo, entre los empresarios hay malestar. Vinicio Dávila y Ernesto Campoverde, de los sectores cafetalero y publicitario, respectivamente, creen que esa decisión ha sido “contraproducente”, considerando que el mundo aún no sale de la crisis económica global.
Ambos sostienen que el Régimen debió esperar por lo menos hasta el primer semestre de este año parar hacer el nuevo incremento. “No es el momento más indicado porque estamos saliendo de una gran crisis mundial y el comercio en general está afectado”, manifestó Dávila.
Por ello, expresó que el actual alza se traducirá en problemas financieros para las firmas empresariales, por lo que, para compensar esa situación, deberán acudir a la reducción del 5 y hasta 10% de sus nóminas de personal.
Campoverde estimó también que otra posibilidad podría ser que las empresas transfieran el gasto del nuevo incremento salarial al precio de sus productos o servicios. “Hubiera sido mejor esperar hasta el primer semestre para ver cómo se desenvolvían las cosas y que el Gobierno diera las pautas más claras de cómo va a llevar la economía”.
Por su parte, Marcelo Cordero, directivo de la Cámara de Industrias de Cuenca, prevé que los sectores intensivos en el uso de mano de obra, como el floricultor, serán los más afectados, en comparación que otros como el de metalmecánica que podrá absolverla de mejor manera. “Hay que considerar que se compite con productos fabricados en el exterior y en esos país los aumentos no pueden ser de ese porcentaje, lo que nos resta competitividad”.
En todo caso, Cordero cree que es positivo si se compara con las pretensiones sindicales de llegar a los USD 320. “El aumento salarial debe estar relacionado con la inflación y la productividad, si eso no ocurre perdemos competitividad”.
Por el lado de los trabajadores también hay inconformidad con el incremento. Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas de Trabajadores (Cedocut), mostró su decepción al señalar que “el Gobierno debió cumplir el incremento de USD 320 que ofreció semanas atrás. De ahí que mantenemos la idea de realizar movilizaciones a partir del próximo 15 de enero”.
Los trabajadores se reunirán durante la próxima semana para programar las protestas.