Incidentes entre palestinos y policía israelí en sitios sagrados de Jerusalén

Las fuerzas de seguridad de Israeli resguardan la Cúpula de la Roca en el complejo de Haram A-Sharif, conocido por los judíos como el Monte del Templo, en la antigua ciudad de Jerusalén el 27 de julio de 2017. Foto: AFP

Las fuerzas de seguridad de Israeli resguardan la Cúpula de la Roca en el complejo de Haram A-Sharif, conocido por los judíos como el Monte del Templo, en la antigua ciudad de Jerusalén el 27 de julio de 2017. Foto: AFP

Las fuerzas de seguridad de Israel resguardan la Cúpula de la Roca en el complejo de Haram A-Sharif, conocido por los judíos como el Monte del Templo, en la antigua ciudad de Jerusalén el 27 de julio de 2017. Foto: AFP

Nuevos enfrentamientos estallaron este jueves (27 de julio del 2017) por la tarde entre las fuerzas de seguridad israelíes y los palestinos en la Explanada de las Mezquitas, a la que los fieles musulmanes habían entrado tras casi dos semanas de boicot a raíz de las nuevas medidas de seguridad impuestas por Israel.

Un corresponsal de la AFP presenció los choques, que comenzaron poco después de que los fieles entraran al sitio, y que dejaron 46 heridos, tanto en la Explanada como en las inmediaciones, según informó la Media Luna Roja palestina.

Los musulmanes habían accedido por primera vez en casi dos semanas a la Explanada de las Mezquitas, que los judíos llaman Monte del Templo, después de que las autoridades israelíes hubieran retirado las medidas de seguridad que causaron una oleada de violencia.

Algunos gritaban de júbilo mientras entraban al recinto, mientras que otros exclamaban “Allahu Akbar” (Alá es el más grande), atendiendo al llamamiento de las autoridades musulmanas, que instaron a los fieles a orar de nuevo en la Explanada tras el anuncio de anulación del nuevo dispositivo de seguridad.

Con todo, la tensión entre Israel y los fieles musulmanes en torno al complejo, que alberga la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, y que es el lugar más sagrado del judaísmo, no se había disipado, a pesar de que el martes se hubieran retirado los detectores de metales.

En su lugar se colocaron cámaras de vigilancia, que finalmente Israel retiró este jueves de madrugada, antes de anunciar que las nuevas medidas de seguridad habían sido canceladas.

Tras la instalación de los arcos de seguridad, el 16 de julio, los musulmanes rechazaron entrar al complejo y decidieron rezar en las calles adyacentes como forma de protesta.

Israel justificó la puesta en marcha del nuevo dispositivo de seguridad alegando que los atacantes que mataron a dos policías el 14 de julio habían escondido sus armas en la explanada, pero los palestinos interpretaron la medida como un movimiento de Israel para incrementar su control sobre el sitio.

Esta medida provocó fuertes tensiones que derivaron rápidamente en duros enfrentamientos en Jerusalén Este y en Cisjordania ocupada, que dejaron cinco muertos y decenas de heridos.

Además, tres israelíes fueron asesinados por un palestino en una colonia israelí en Cisjordania ocupada.

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