La impunidad y el caso Natalia Emme (III)

Mariana Torres Marcillo

Parece que en el Ecuador tenemos miedo, un terrible miedo a expresarnos.

Vemos, oímos, leemos todo lo que la revolución ciudadana hace, dice, y nos quedamos callados, no actuamos.

Hay denuncias de corrupción y el Gobierno en vez de actuar e investigar lo que hace es mandar un alud de cadenas nacionales  incluyendo insultos a las personas e instituciones que hacen tales denuncias, permiten que el Fiscal de la Nación quiera tapar el sol con un dedo.

El Fiscal por decencia debiera renunciar y afrontar como persona respetable las consecuencias de sus actos, se supone que es la persona encargada de velar por la verdad y la justicia.

Dé ejemplo, no embarre más a este Gobierno, que suficientes problemas tiene el Presidente de la República para sumar este nuevo acto de corrupción, demostración de prepotencia e ignorancia.

Sr Presidente, sea la primera persona en investigar los actos de sus colaboradores.

Usted depositó la confianza en ellos, que  no le defrauden, muchas de las denuncias son para molestar al Gobierno, pero otras deben ser ciertas y todas son valederas de  investigar, no desecharlas  a la basura porque son de la oposición, todos tenemos derecho de opinar le guste o no, eso es democracia, y hasta ahora vivimos en democracia.

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