La impunidad y el caso Natalia Emme (II)

Jorge Márquez

Nadie sale de su casa a causar el mal a nadie, peor a quitar la vida premeditadamente.

Todos cuidamos nuestra vida y los que somos de bien también la de los demás.

Esta vez la infeliz circunstancia coincidió con personas involucradas y para colmo la pérdida de una vida joven y madre.

Los acontecimientos sucedieron en cuestión de segundos, luego surgen versiones y versiones, de parte y parte, y cada quien jala para su molino.

Esto es normal en nuestro país y parece que en otros también porque en la TV captan versiones de hermanos colombianos y cubanos.

 En nuestra ley existe el procedimiento legal a seguirse, aquellos que han dado sus versiones tendrán que hacerlo en el proceso, sin subjetividad, con tranquilidad, probando lo que dicen y apegados a la Ley, no nos ensañemos ante los nombres y apellidos de los involucrados, es mera coincidencia.

Según noticias hay un policía que dice que conducía; ¿por qué no creerle?, ¿cuál es el interés de que sea otra persona la que conducía?

Sigamos y aceptemos el proceso terrenal, sin rencores ni odios, para que nuestras conciencias  estén tranquilas.

Paz en su tumba mi respetada Natalia Emme y mi solidaridad con sus padres, familiares y amistades.

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