Redacción Quito
La iglesia de Llano Chico, una parroquia ubicada en el norte de la ciudad, luce remozada. Las húmedas y desgastadas paredes son parte del pasado. Ahora, la impecable fachada blanca, con puertas cafés, se destaca en el colorido jardín de la plaza central.
En el interior del templo, los cambios son notorios. El piso fue recubierto de cerámica y piedra. La iluminación y el sonido se recuperaron. Además, se rehabilitó el sitio destinado para el coro, que se desplomó hace un par de años.
Una de las viviendas que está junto a la plaza central pertenece a Olivia Tufiño. La mujer está contenta con la recuperación del templo. “La iglesia está linda.
Acudo a misa todos los domingos, a las 08:00”, dice Tufiño, de 76 años.
A media cuadra de la casa de Tufiño, en una de las farmacias de la parroquia, labora Eduardo Semblantes. El hombre, también católico, dice sentirse conforme con la recuperación. “La infraestructura es muy buena. Asisto periódicamente con mi familia”.
En cambio, Rita Gaibor, vecina hace 12 años, destaca la comodidad. “Mejoró notablemente la presentación. Lo único que falta es un espacio para colocar velas”.
Angélica Almeida no asiste con frecuencia a escuchar misa, pero sí notó la transformación de la capilla. “Ahora me gusta más que antes. Reconozco que el
Municipio hizo una buena labor”, afirma convencida la vecina de 32 años.
El Fondo del Salvamento del Patrimonio Cultural (Fonsal), encargado de la rehabilitación del inmueble patrimonial, invirtió USD 120 000. 15 obreros, siete restauradores y cinco técnicos laboraron durante nueve meses en la rehabilitación.
“Los cambios son importantes. Ahora la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón es elegante”, expresa la prioste Olga Estrella. Ella reside en Llano
Chico desde 1963. Estrella agrega una recomendación: “El deber de los habitantes de la parroquia es cuidar al templo”.
Para Araceli Franco, habitante hace 12 años, en el interior de la iglesia hay más orden. Y los beneficios son múltiples: “Los niños que asisten a la catequesis tienen mayor comodidad. Al párroco se lo ve más alegre”.
Eladio Parra, presidente de la Junta Parroquial de Llano Chico, también destaca la obra del Fonsal. “La cubierta de la iglesia estuvo por caerse. Esta obra mejorará la imagen y el turismo de la parroquia”, señala el dirigente.
Testimonio
Álex Narváez/ Vecino
‘Mi parroquia es turística’
En Llano Chico vivo 32 años. Recuerdo que cuando recién llegué las calles eran empedradas y el parque principal tenía otro diseño. Era a desnivel y tenía esculturas. Ganó un premio por ser el mejor de todas las 33 parroquias rurales del Distrito. Hace más de un año lo remodelaron, pero yo prefiero el diseño anterior.
Entre los aspectos positivos que tiene nuestra parroquia están el Registro Civil, el centro de salud, la iglesia y otros. A ello se agrega que disponemos de todos los servicios básicos; agua, luz, teléfono, alcantarillado, etc.
Otra de las cosas buenas de Llano Chico es el turismo. Los extranjeros nos visitan regularmente. Se puede visitar la gruta de la virgen, las piscinas con agua temperada, incluso tenemos una hacienda para realizar eventos.