Humberto Cholango es militante de la Conaie. Foto: EL COMERCIO
¿Qué tiene que hacer la Conaie para que el comodato de la sede no se revierta?
Los dirigentes nos informaron que el Ministerio de Inclusión Económica y Social envió una nota diciendo que faltan documentos para admitir el recurso y los dirigentes están presentado los documentos necesarios. Pero este no es un problema legal, sino político.
La solución solo puede llegar por la vía política. Esa casa tiene una trascendencia histórica no solo para los indígenas sino para el país. Desde allí se ha defendido a la nación frente a las llamadas crisis y el asalto bancario. Tomamos la decisión en esa casa para hacer una nueva Constitución del Estado. Y resistimos a muchos factores que iban en contra de la nación.
¿Por qué el Gobierno no entiende eso?
En muchos casos parece desconocer la historia. Más que un tema legal es un capricho político. Debe poner la sensatez en el país para resolver problemas más serios y no discutir sobre una casa cuando tenemos muchos problemas de importancia para debatir en el país.
Entonces, ¿qué interés hay detrás del Gobierno?
Seguir enfrentando al movimiento indígena y eso no le hace ningún bien al Gobierno. Nosotros vamos a continuar. Seguimos en las bases como movimiento organizado. Tenemos que pensar en el futuro del país.
La confrontación del Gobierno es también de política económica, como el tema minero…
Por eso debemos discutir sobre el modelo económico. Así el Gobierno no nos escuche, es responsabilidad del país discutirlo. Si el Gobierno escuchara y acogiera muchas opiniones -que hasta pueden ser equivocadas, pero legítimas-, cambiaría mucho. Con la confrontación no vamos a construir el país que soñamos.
Siempre se dijo que usted es cercano al Gobierno. ¿Cuánto de esa cercanía sirvió para el diálogo?
Me han dicho muchas cosas. Yo intento ser sensato. Y siempre he pensado en el país y en la construcción de un Estado diferente desde un gremio. Sería una locura desconocer que ha habido cosas buenas en este Gobierno. Pero hay otras que nos parecen mal, como el quitar la casa, abrir procesos judiciales en contra de líderes indígenas. A mí mismo me abrieron un proceso. No he estado lejos ni cerca del Gobierno, sino que he pensado el el país. Para actuar de esa manera hay que conocer la historia y no se puede pensar solamente en estos últimos cuatro años.
¿Por qué le abrieron el proceso de investigación?
Por las rondas petroleras, en el 2013. Sin ningún motivo, investigaron a más de 10 dirigentes.
¿Como mira la creación de la Alianza Indígena por la Revolución Ciudadana?
Su destino es el fracaso. Las personas que la integran son algunos funcionarios, algunos dirigentes, pero no representan el sentimiento de las bases de las organizaciones. Por lo tanto, nos tiene sin cuidado porque solamente hay que mirar la historia. Muchos gobiernos intentaron hacer eso y no lo lograron. No va a tener ninguna trascendencia.
Han hablado con usted?
Nunca. Yo soy de la Conaie, soy militante de la Conaie, soy de la Ecuarunari. A nivel interno podemos tener diferencias, pero eso tampoco debe dar lugar a que ciertos indígenas se unan a la derecha y se alíen con los banqueros. Otros inclusive se han ido y han perdido el rumbo. En Cayambe seguimos siendo fieles al proyecto político de la Conaie.
Pero si es necesario un diálogo con el Gobierno, ¿por qué no hablar con los banqueros?
Por supuesto. No digo que no hay que dialogar. Otra cosa es juntarse y sumarse a proyectos políticos de gente ajena. Hay que dialogar con los empresarios privados, con los taxistas, con los afros, con las mujeres, con los sectores de diversidad sexual. No hay que satanizar la inversión privada. Pero muchos quieren abusar de eso desde la función publica o saquear el país.
¿Cual es su posición ante la Consulta popular?
He dicho que el pueblo ecuatoriano, como el legítimo soberano, debe pronunciarse en las urnas. Ese es el camino más correcto para todos los sectores políticos. Y todavía creo que el mejor camino es una consulta popular, no aprovechada de manera oportunista desde algunos sectores.