María Pessina. Grupo EL COMERCIO
Luego del cierre del canal RCTV en 2007, la libertad de expresión en Venezuela está bajo la lupa internacional y seriamente cuestionada.
La explicación oficial es que al canal no se lo cerró, simplemente no se le renovó la concesión. Pero antes de este cierre ya algunos periodistas sufrían agresiones, así como encarcelamientos y juicios.
La polarización salta a la vista. En el caso de los medios de comunicación privados se les ha coartado el acceso a la fuente gubernamental. Por ello han tenido que acudir a citas en los medios estatales, que han radicalizado sus posturas apegadas al gobierno del presidente Hugo Chávez.
34 emisoras
de radio y televisión fueron cerradas, en agosto de 2009, por el Gobierno venezolano.
Las limitaciones de acceso a la información, la agresión y los juicios son algunas de las amenazas que viven a diario los reporteros y que han ido en aumento durante los últimos años, según expertos consultados. Pero, para otros, estas amenazas son inexistentes: la libertad de expresión y prensa no corre riesgo (ver puntos de vista).
Al aprobarse, en diciembre de 2004 por la Asamblea Nacional la Ley de Responsabilidad Social en la radio y la televisión, que se la llamó ‘Ley mordaza’ o de contenidos, se ahondó la polarización y la presión a la prensa no oficial.
Los partidarios del oficialismo defienden la normativa y explican que no fue concebida para cerrar medios de comunicación o para controlarlos y censurarlos.
En la página web de la Radio Nacional de Venezuela se explica que la libertad de expresión en este país “no está en discusión y lo que se pretende discutir es el libertinaje y la ausencia total de responsabilidad con la cual los medios asumen la producción de mensajes, desvinculados del interés social y general”.
La escalada contra los medios es sistemática. Un ejemplo se dio el 22 de diciembre de 2009. Esa fecha la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) publicó en la Gaceta Oficial número 373 792, una nueva providencia administrativa que regulará los servicios de producción nacional audiovisual.
La medida obliga a aplicar la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión a aquellos canales de televisión por suscripción que contengan más de 30% de su programación semanal lugares, capital, personal artístico, directores y valores de la cultura venezolana.
Asimismo, el artículo 13 de la norma obliga a las operadoras de cable a incluir en sus paquetes básicos de programación como mínimo 12% de canales con producción nacional audiovisual.
El canal de televisión por suscripción RCTV Internacional es, nuevamente, el principal medio de comunicación afectado con esta medida, pues estará obligado a transmitir las alocuciones oficiales de Gobierno como lo estipula la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión.
Precisamente, esa nueva disposición ha sido el argumento usado por el régimen de Chávez para ordenar el retiro de la parrilla de cable del canal RCTV, así como de las cadenas Ritmo
Son, Momentun, América TV, American Network y TV Chile. Ninguna de las televisoras pasó las cadenas del Mandatario.
Pero la revocación de la concesión de RCTV, que en 2007 difundía en señal abierta, provocó masivas protestas ciudadanas y fue un duro golpe político para Chávez, quien perdió un referendo para reformar la Constitución meses después. Ahora, el nuevo cierre activó una ola de protestas en varias ciudades, que ya ha causado dos muertes (ver nota compartida).
Es importante resaltar que estas transmisiones según el estudio realizado por la ONG Espacio Público, “estas transmisiones obligatorias suman entre 1999 y agosto de 2008, un total de 1 751 cadenas nacionales, lo que se traduce en 1091 horas, 16 minutos y 37 segundos de transmisión”.
La penúltima intervención a un medio se dio el pasado 8 de enero, Ese día, funcionarios de Conatel se presentaron en las instalaciones de la Radio Tropical 88.5 FM en San Antonio, estado Miranda, y ordenaron su cierre. Alegaron que la radio utilizaba ilegalmente el espectro radioeléctrico.
El cierre de la emisora del estado Miranda tiene un vínculo con las clausuras ordenadas, en agosto de 2009, de 34 emisoras de radio y TV. Según el Régimen chavecista, “por no cumplir requisitos legales”. En ese mes, también hubo una amenaza a otras 200 estaciones, que también pudieran perder sus licencias.
Bajo este panorama, la libertad de expresión y prensa en Venezuela se discute en dos niveles. Para algunos está amenazada y para otros hay excesos, mientras hay medios que cambian su línea y se imponen la autocensura.
Cuatro puntos de vista
Carlos Correa. Director ejecutivo de la ONG venezolana Espacio Público
El monopolio estatal de los medios no conviene
Los medios tienen posiciones políticas, no podemos ser ingenuos. Por ejemplo, The Washington Post y el diario El País de España tienen posiciones políticas. Pero lo que sucede es que a veces los medios no actúan apegados a su Código de Ética y están apegados a intereses.
Sin embargo, una cosa es que hagamos una crítica a ese papel del poder de los medios y otra cosa muy distinta es pretender sustituir eso por un monopolio estatal del Gobierno.
En el caso venezolano los medios públicos se han convertido en gubernamentales.
Andrés Cañizares. Profesor e investigador venezolano en temas de medios
El Gobierno venezolano cerca a la prensa
En Venezuela ha habido un proceso paulatino generado por el Gobierno de ir cercando el trabajo de los medios de comunicación privados e independientes y especialmente de aquellos que mantienen una línea editorial crítica hacia el Régimen. Ellos argumentan que los medios se han convertido en actores políticos.
Pero creo que la naturaleza de los medios los convierte en actores políticos. Es decir, la discusión no se debe centrar si los medios son actores políticos sino en qué contexto debería ocurrir esa actuación política.
Silvia Alegrett. Periodista venezolana y dirigente gremial
Las amenazas a los periodistas aumentan
Los periodistas son sujetos de amenazas. Cada vez que hay un evento político importante, como por ejemplo períodos electorales, las agresiones contra los periodistas aumentan en 1000%. Lo que pasa en Venezuela es que cuando tú escribes algo que está en contra del Gobierno, este no lo toma como una crítica sino como una amenaza al proceso y eso se considera como traidor a la patria o golpista. Ciertamente hay periodistas que se han involucrado tanto en la situación política que han perdido un poco el equilibrio informativo.
Raúl Cazal. Periodista y director de Le Monde Diplomatique en Venezuela
Los medios se volvieron un partido político
El periodismo en Venezuela tiene una especie de protagonismo que no le corresponde. O somos los intermediarios de lo que sucede en la realidad y contamos la verdad o somos los protagonistas de eso. Eso es lo que le ha sucedido a los medios; todas estas empresas que son medios de comunicación tienen ligados muchos negocios alrededor y esos negocios son los que están afectados y por eso es su gran lucha mediática con el Gobierno. Lo que sucede en Venezuela es que los medios de comunicación se han tornado en un partido político.