Las huellas de la batalla quedaron marcadas en la casa donde se refugiaba el narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Un túnel lodoso e inundado fue su ruta de escape, antes de ser detenido el viernes 11 de enero del 2016 por fuerzas federales mexicanas.
De unos 300 metros cuadrados, la vivienda de Los Mochis, en el estado de Sinaloa, fue testigo de un intenso tiroteo durante el operativo, en medio del cual Guzmán usó el túnel secreto para tratar de eludir la captura.
En el intercambio de disparos entre secuaces de ‘El Chapo’ y elementos de la Marina murieron cinco delincuentes y un marino quedó herido.
La entrada de la casa es testigo de la violencia que tuvo lugar. Un charco de sangre ya seca da la bienvenida desde una esquina, acompañado de vidrios rotos y pedazos de concreto.
La primera estancia, amplia y con paredes blancas, es un completo caos: charcos de agua, sangre, papeles, frazadas, ropa, entre otros efectos personales tirados sobre el piso de loseta.
“No toquen ni muevan nada”, es la orden de los elementos de la Armada que custodian la casa y sus alrededores desde el viernes.
Todos los objetos y enseres de Guzmán y sus cómplices se encuentran tal y como los dejaron. Incluso la comida sigue ahí, esparcida en el suelo y descomponiéndose.
A un lado de la cocina, donde había un refrigerador, quedan las huellas de la explosión causada por una granada, presuntamente lanzada por los hombres de Guzmán en su enfrentamiento con los elementos de seguridad.
Cascotes y comida se mezclan en el suelo alrededor de un pequeño agujero. Una escalera lleva a la segunda planta de la vivienda.
La pared al lado de la escalinata tiene una docena de impactos de bala, pero una vez arriba la escena es más caótica. Un televisor de plasma está en el suelo en una pequeña sala de estar. Tres habitaciones y tres baños presentan las huellas del enfrentamiento.
De acuerdo con los marinos, los secuaces de ‘El Chapo’, de 58 años, subieron hasta ese segundo piso para repelerlos y darle tiempo a su jefe para escapar hacia el túnel.
En una de las habitaciones del fondo se puede ver, en medio del caos, cuatro DVD de la telenovela ‘La Reina del Sur’, protagonizada por la actriz mexicana Kate del Castillo, que sirvió de nexo a su colega estadounidense Sean Penn para entrevistar a Guzmán y está envuelta en un escándalo por su vinculación con el capo.
El túnel se encuentra en la primera planta, en lo que se presume era la habitación principal de la casa. Una palanca servía para abrir la puerta secreta que llevaba al último recurso de ‘El Chapo’ para evadir a la Justicia.
Acostumbrado a utilizar túneles clandestinos en sus huidas, a nadie le sorprendió que esa madrugada el enemigo número uno de México intentara con el mismo método.
No le resultó. Un metro ochenta de alto y casi un metro de ancho mide el pasadizo que condujo hasta un drenaje a Guzmán en su intento de escapar.
Al final, el capo fue capturado de todas formas, seis meses después de haberse fugado de una cárcel de máxima seguridad mexicana a través de otro túnel, aunque de mayores dimensiones.
Escondida detrás de una puerta con espejo en el armario de una habitación, la entrada a la ruta de escape Guzmán es estrecha y algo peligrosa.
Seis escalones de metal guiaron al líder del cártel de Sinaloa a un pasillo subterráneo lodoso e inundado, sostenido por vigas de madera y envuelto en una mezcla de humedad, calor e inmundicia.
El túnel, de unos 15 metros de longitud, lo llevó hasta el sistema de drenaje, donde recorrió unos 400 metros. Al salir por una alcantarilla, robó con un cómplice unos vehículos e intentó huir, pero fue interceptado por fuerzas federales, que lo llevaron hasta un hotel para esperar refuerzos, según la versión oficial.
‘El Chapo’, famoso tanto por su peligrosidad como por sus legendarias fugas -la primera vez que escapó, lo hizo de otra prisión de alta seguridad en 2001, escondido en un carrito de lavandería según el gobierno-, se encuentra ahora recluido en el penal El Altiplano, de donde huyó el 11 de julio de 2015, utilizando un túnel de 1 500 metros que llegaba hasta su celda.
¿Después de un mes de vigilancia a la casa de Los Mochis, en el noroeste de México, un operativo conjunto entre la Armada y la Policía federal logró dar con ‘El Chapo’, considerado el narcotraficante más peligroso del mundo.
Contrario a lo que podría pensarse, Los Mochis es un lugar bastante tranquilo. La casa residencial que se convirtió en el último refugio de Guzmán está ubicada en la colonia Las Palmas, un barrio de clase media-alta en el que vive también la madre del gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez.